Matices de un amor, Parte I

Teresa es una chica de 17 años recién graduada en la escuela técnica, ella es la hija mayor, tiene 2 hermanos menores los cuales vigila mientras sus padres trabajan, estos por motivos económicos deciden mudarse a la ciudad para tener una vida mejor. Ella se siente emocionada, quiere tener mas oportunidades por lo que se contenta con la noticia.

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Se muda a un hogar humilde pero lleno de amor, al conocer la ciudad ve que todo es nuevo, tiene muchas compañías, tiendas de ropa, restaurantes, parques infantiles, escuelas, plazas, heladerías y muchas zapatearías, ella nota que todo es mas bonito y tiene un sin fin de oportunidades laborales con las que puede independizarse.

En el lugar en donde Teresa se a mudado hay muchas casas, hay unas muy bonitas con fachadas hermosas y costosas baldosas, pero también hay casas como la de ella, humildes pero repletas de gente emprendedora.

En unas semanas luego de instalarse Teresa nota que a cinco casas de su hogar, están unos chicos y entre ellos esta uno que le llama la atención, este tenia la piel morena y cabello ensortijado, vestía camiseta roja y pantalones cortos de mezclilla. El resaltaba entre los demás por su estruendosa carcajada se podía escuchar en toda la cuadra, ella no pudo evitar sonreírse por la forma tan particular en que este sonaba, parecía que se escuchase un tumulto de focas y pingüinos apareándose.

Teresa lo mira fijamente y el siente los ojos de ella observándolo, el voltea inesperadamente y al verla le lanza un beso.

Teresa se sonroja y se mete rápido a su casa para evitar la vergüenza de ser descubierta mirándolo, ella solo piensa ¿como pude ser tan tonta de mirarlo así, como pudo ser el tan osado de tirarme ese beso?, ella traba de despejar la pena que sintió haciendo los quehaceres del hogar.

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Sin embargo en las proximidades de su hogar estaba Leonardo aun con la sonrisa en el rostro por haber descubierto a Teresa mirándolo, este estaba extasiado, intrigado y sorprendido de ver a tan preciosa chica en su vecindario. Se preguntaba a si mismo: ¿de donde salio? ¿cuando se mudo aquí? ¿como es posible que tan hermosa mujer la tuviera en mis narices y aun no la conozca?

Leonardo lleno de curiosidad se propuso buscar la forma de conocer a Teresa y comenzó la casería en busca de una charla con ella, se asomaba todo el tiempo al porche de su casa para ver si ella salia, se sentaba en la acera como un niño para esperar pacientemente la salida de la chica que tenia su mente ocupada.

Una tarde cualquiera a las 4pm sale Teresa hacer las compras del supermercado y como si el destino lo hubiese escrito al mismo tiempo sale Leonardo de su hogar, su madre lo había mandado hacer la misma tarea. Las miradas de estos chicos se cruzan y una furtiva sonrisa se dibuja en la cara de Leonardo, Teresa se sonroja e inmediatamente baja la mirada y hace como si no la hubiese visto.

Pero Leonardo es un pícaro y conoce cuando una mujer se sonroja por el, sabia que era su oportunidad de acercarse a ella.

Inmediatamente el con mucha confianza en si mismo le pregunta —¿A donde vas?, yo voy supermercado a comprar leche y huevos, pero si vas a otro lado te puedo acompañar— dijo el con mucho entusiasmo.
—Yo voy también al supermercado, pero voy rápido no es necesario que me acompañes— dijo teresa
—No vale, me puedo acoplar a ti vamos juntos al mercado, por cierto soy Leonardo.— dijo el
—Yo soy Teresa, esta bien me puedes acompañar— dijo ella en voz baja.
—Pero no sientas pena, solo vamos al supermercado— le dice el con voz tranquila
—Es que no acostumbro hablar con chicos y menos con desconocidos— dice ella con un tono condescendiente
—Ya no soy un desconocido, me presente y ademas somos vecinos— dice el con algo de arrogancia
—Bueno esta bien— dice ella sonriendo disimuladamente mientras fija su mirada al frente para que leonardo no note su nerviosismo, es que el tenerlo cerca hacía que sus manos sudoraran y su corazón palpitara como si se fuese a salir de dentro de su pecho.

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Leonardo se sentía confiado sabia que Teresa estaba atraída por el y hace lo posible para que ella se sienta mas a gusto con el y crear una amistad. Ella se siente contenta, todo de el la atrae, su voz, su pelo, su sonrisa, su personalidad, todo. Es que como no iba a sentirse ella atraída Leonardo era el primer chico que conocía que no fuese un pariente, ademas su rostro y su figura hacían mas inevitable la atracción.

Teresa decide aceptar la amistad que Leonardo le ofrece y en pocos meses se vuelven buenos amigos, el la busca por las tardes para charlar y ella gustosamente va a donde el esta. Juntos se van a la plaza y allí conversan sobre sus intereses, cosas que les gusta o les disgustan, hacen muchas bromas y entre sus tontos juegos un sentimiento mas especial se forma entre ellos.

Leonardo no deja de pensar en ella, sueña con poder darle un beso pero sabe que si se apresura podría arruinar las cosas con ella, sin embargo este decide confesar ante Teresa todo el amor que siente por ella, pero tenia que ser precavido un paso en falso y ella se ofendería e iba a dejarle de hablar, entonces el se ingenia un plan para declarar su amor.

Al día siguiente Leonardo antes de ver a Teresa le prepara una nota y la guarda para cuando estos se despidan, ella ya intuye lo que el quiere hacer y se sonroja hasta con los detalles mas sutiles.

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Ella con una delicada caricia roza la mano de Leonardo en busca de mostrarle su aprecio, para Teresa es un poco osado lo que hizo, pero ya esta dispuesta a tener algo mas que una amistad.

El sentimiento es evidentemente mutuo, Leonardo esta cautivado por Teresa y Teresa esta hechizada por Leonardo. El antes de despedirse recuerda la nota que guardaba en su bolsillo y se la entrega, estos se despiden con un muy dulce beso la mejilla. El se va y ella lee la nota que dice: "me encanta verte todos los días, con amor leonardo". Teresa cierra la carta sube la mirada y ya no ve a leonardo en su camino.

Al día siguiente ella espera contando los segundos del reloj para verlo y por la tarde decide ir a la plaza donde siempre se ven.

El a lo lejos divisa que Teresa viene y la mira con esos ojos hermosos que ella tanto le gustan. Una mirada que descontrola sus emociones, una mirada que la hacia fuerte, segura de si misma y que al mismo tiempo la hacia vulnerable, temerosa ante el y sus intenciones, pero Leonardo no era malo quería algo bonito con ella, quería cuidarla, protegerla y amarla.

El esta decidido quiere confesar lo que siente por Teresa y comienzan hablar
—Teresa vamos hacia aquellos bancos quiero hablar algo contigo—y le dice con voz dulce y temerosa.
—esta bien vamos allá— responde ella muy nerviosa, sabia que el momento que tanto había estado esperando al fin llego.
Se sientan y el toma las manos temblorosas de ella y le dice —Teresa yo se que aun somos muy jóvenes, pero debo confesarte que desde el primer momento que te vi estoy muy enamorado de ti, eres una chica muy especial y quiero que me permitas tener una relación mas allá de la amistad contigo, quiero ser tu novio— dijo el con voz apacible.
—Yo también siento lo mismo por ti, me encantaría que fuésemos novios— responde ella.

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El con una enorme sonrisa en su rostro acaricia el cabello de ella y acerca muy lentamente sus labios hacia Teresa. El besa tiernamente esos carnosos labios que pedían a gritos un primer beso, que imploraban silenciosamente ese encuentro tan exquisito.

Ambos sienten que vuelan, sus corazones se exalta en cada palpitar, tanta era su felicidad que no se imaginan un segundo el uno sin el otro. Estos tórtolos ya habían hecho de esa amistad un noviazgo y pronto comenzaría la aventura entre Leonardo y Teresa.

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Gracias por tomarse el tiempo de leerme. By: @tamymayz