Steemit engorda.

Si señores, en esta red social no es todo color de rosas.

Desde el día que empecé a usar esta plataforma, me despertó TAL interés, que muchas cosas habituales de mi vida fueron dejadas de lado. Como por ejemplo, ciertas series que veía, amigos que frecuentaba y la actividad física que realizaba.

Hace más o menos 3 meses que soy usuario de Steemit.

Hay algo completamente desconocido y nuevo en mí, a lo cual todos denominan “panza”. Concepto que me tiene preocupado y ocupado en resolverlo a la brevedad. Por eso tome una medida drástica queridos steemians. Tenía que empezar alguna rutina, ejercitando mi cuerpo.

Hace dos semanas, para ser exactos, un viernes me dije. “Tincho el lunes arrancas”. Por supuesto que ese fin de semana le entre al salamín, helado y chocolates como si se aproximase el apocalipsis.

Llego el deseado lunes, me vestí apropiado para la ocasión…

Botella de agua, app en el celular para calcular ritmo cardiaco y distancia recorrida, gorro para evitar insolación, numero de emergencia agendado por las dudas...

Todo listo. 9 am en punto y allí salió tincho…

Primeros 50 mts y ya la zapatilla me empezó a molestar, me raspaba el talón y cada paso que daba, se volvía más incómodo.

Decidí focalizarme en el paisaje, la música que iba escuchando y dejar de prestarle atención al dolor causado por el calzado. No solo dio resultado, si no que me olvide completamente del dolor.

Dada la falta de actividad, llego un momento en el que no encontraba oxígeno y empecé a ver doble.

Donde había una casa, veía dos, donde había un perro, veía dos y a causa de esto y de mi poca claridad mental, no vi una piedra y así termine. Tincho desparramado en el piso.

Me levante como Lady Gaga disimulando el acto fallido y continúe.

Cuando encontré el ritmo en mi caminata, pude seguir con la actividad. Ya estaba ciertamente cansado, cada paso que daba era una proeza, pero podía respirar normal y ya la visión estaba completamente restaurada.

Seguí mi camino y en un momento dado, veo que un joven también estaba haciendo ejercicios.

Al parecer estábamos haciendo el mismo recorrido por que curva que tomaba, curva que él seguía. Sin darme cuenta, de un momento para otro lo tenía atrás mío, muy cerca. Decido abrirme un poco a la izquierda para dejarlo pasar… se adelanta. Y cuando llega a donde estaba, saca un arma y me dice: “Dame el celular, las zapatillas, la campera y el pantalón que si no te quemo.”

Que iba a hacer??? Le di todo lo que me pedía. Obviamente, salió corriendo y la verdad que en el estado en el cual me encontraba, ni gritar podía. En cierto punto y de forma inconsciente, creo que estaba feliz, porque me saco el peso de las zapatillas, pantalón y campera.

Cuestión que ahí estaba, semi desnudo y teniendo que emprender la vuelta.

Empiezo a devolverme, la gente de por si me miraba medio mal. Y a unos dos kilómetros de donde vivo, había una mujer de unos 40 años aproximadamente, regando las plantas del frente de su casa. Cuando me vio como me encontraba, sin vacilar, me empezó a gritar:

"Degenerado!!! Atrevido!!! En este barrio hay niños!!! Se va a ir al infierno!!! Ni Iron Man te salva!!!"

Me empezó a perseguir.

Mi cansancio era tal, que entre que estaba descalzo y las piedras me dificultaban el camino. El dolor de pantorrillas cada vez era mayor, que me dije: “Deja que te pegue un par de manguerazos”, rendido estaba...

Cuando veo que sale con un rifle aire comprimido. La adrenalina me hizo correr a lo Usain Bolt. En 3 minutos ya estaba dentro de mi departamento.

Conclusión: Soy feliz con mi pancita amigos. Me pueden decir gordo, bola de fraile, chochan que ni me importa. La panza vino para quedarse y no tengo ningún problema. Es demasiado riesgoso hacer deportes en el siglo XXI.

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Espero que les haya gustado amigos!

Todas mis historias son ficcion.

Buen domingo!

Credito Fotos: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9