La libertad de expresión es un principio que apoya la libertad de un individuo o una comunidad de dar a conocer sus opiniones e ideas sin temor a represalias, censura o sanción posterior.
Este derecho está respaldado por la declaración universal de derechos humanos, que en su artículo 10 expresa:
"Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, este derecho incluye la libertad de mantener opiniones sin interferencia y de buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de comunicación e independientemente de las fronteras".
El único objetivo para el que se puede decidir limitar este derecho es evitar daños a otros.
Sin embargo es cada vez más notable como las organizaciones gubernamentales intervienen en los medios de comunicación para límitar este derecho con el único objetivo de un beneficio propio escudándose en la protección de los ciudadanos.
La realidad es que en una democracia, en donde los protagonistas son las personas, la información y formación de los protagonistas es esencial, volviéndose fundamental por tanto la libertad de expresion para que los participantes no estén influenciados por ninguna ideologia predominante .
Este derecho dista mucho de lo que está ocurriendo en el mundo con los creadores de contenido.
Cada vez es un hecho más recurrente el que las plataformas de contenido como YouTube y Facebook limitan el derecho a libre expresión censurando contenido y bloqueando canales. Se están olvidando del refrán, "no le muerdas la mano al que te da de comer".
Y es que muchos de estos emprendedores, sobre todo los que proponen alternativas al sistema tradicional, o cuestionan medidas antidemocráticas y manipuladoras a la sociedad, están migrando su contenido y seguidores a plataformas dónde realmente es posible expresarse con total libertad y dónde cada persona que compone la comunidad puede elegir por si misma que contenido quiere ver sin que un tercero le diga que hacer.
El aire del mundo está cambiando a un ritmo acelerado. Si bien el internet permitió conectar a personas de todo el mundo y compartirse información, el avance de los sistemas espías promovido por los mismos gobiernos que hacen llamarse democráticos está limitando está libertad.
Volcarse a un ecosistema descentralizado dónde se priorice la privacidad parece ser hoy por hoy la mejor opción para reclamar nuestros derechos a la libertad de expresión.