Como se formó el universo
Este es un “cuento más” (de tantos que hay) y que nos “enseña” como se formó el Universo.
Hace ya, muchísimos millones de millones de años, el Espacio estaba: oscuro y solitario:
El todo del momento estaba compuesto por: El Tiempo, el Espacio, y la Oscuridad. (Abstractos e infinitos como son) se encontraban estáticos y ociosos. Nada sucedía entre ellos… Hasta que un radical fenómeno se presentó: desde la Oscuridad comenzaron a aparecer incalculables cantidades de Nano Partículas. Las cuales una vez en el espacio, se convierten en la “materia Prima Oscura” y con la cual se dio comienzo a lo que hoy es un mundo de incomparable belleza al que llamamos Universo.
Así que: El Tiempo, el Espacio, la Oscuridad son la fuente responsable de la formación del Universo. Estos tres elementos, sin principio sin fin; ensamblados entre si, se convierten en un factor productor de Nano Partículas, con cargas positivas y negativas.
Una vez en el espacio por medio de su condición de positivo y negativo, estas Nano partículas se atraen entre sí y forman gigantescas nebulosas de gas hidrogenado.
Con el paso del tiempo se comprimen a tal punto que adquieren colosales temperaturas que estimulan formidables explosiones. Millones de gigantescos fragmentos son arrojados al espacio vacío, uno de ellos nuestro Sol. Es el momento en que se presenta una reacción en cadena. Y simultáneamente se desprenden otros fragmentos más, convertidos en meteoritos y planetas (uno de ellos la Tierra) y de la Tierra la Luna.
Por la altísima velocidad conque se desprenden estos fragmentos adquieren redondez en su configuración. Luego un fenómeno electromagnético donde las Nano Partículas “errantes” juegan un papel preponderante, implantan fuerzas centrifugas de atracción y centrípetas de repulsión formando un cosmográfico equilibrio entre los astros. Como ejemplo: el Sol y la Tierra.
Estos maravillosos fenómenos se repiten y se repetirán, por siempre y para siempre en toda la extensión del infinito Universo. Justo en este “presente” momento se están sucediendo en el Espacio infinito, repetidos “Big Bang” que llenan el Universo de los componentes de las Galaxias.
Y todo: gracias a la intervención de: El Tiempo, el Espacio, y la Oscuridad.
¿Y que pasó... con el planeta Tierra?
En inesperados momentos de su juventud, la Tierra vibraba violentamente. Grandes llamaradas de fuego salían de sus entrañas, se abría en extensas, anchas y profundas grietas por donde escapaban enormes cantidades de gas hidrogenado y magma irritante en forma de roca fluida. Pero gracias a este fenómeno es que en forma de fumarolas o volcanes la Tierra se deshace de los gases hidrogenados adquiridos del Sol evitando así una única explosión que la destruiría en su totalidad.
El resultado de este severo génesis ambiental es que a partir de el, en la Tierra aparecen árboles de desiguales tamaños y formas, animales de diferentes especies condicionados para vivir en diferentes ambientes, peces adaptados para permanecer en el agua dulce de los ríos y la salobre de los océanos, aves, insectos y bacterias que se condicionaron a todo tipo de medio, mamíferos ─a ese grupo pertenezco yo─ algunos somos bípedos otros cuadrúpedos pero en fin somos originariamente como hermanos, hijos de esa pareja cósmica que lleva por nombre Sol y Tierra y que habitamos en su maternal seno, que nos nutre, que nos da todo lo necesario para nuestro sustento. Unos son herbívoros otros carnívoros y yo que como de todo.
Con el pasar del Tiempo y por medio de este audaz procedimiento, la Tierra se liberó de gran parte del inflamable combustible heredado del Sol.
Los gases hidrogenados, expulsados del interior de la Tierra y lanzados al Vacío durante miles de años permanecieron en la zona atmosférica como un gran manto protector, para luego entrar en contacto con el oxigeno del aire y caer de nuevo sobre la corteza terrestre en forma de lluvia y convertidos en un liquido que hoy llamamos agua.
Las nutrientes aguas bañaron la superficie terrestre y llenaron del esencial líquido: cumbres, altos picos, montañas y zonas cóncavas, de ahí la aparición de océanos, ríos y lagos.
Con repetidas de estas severas reacciones y al paso de los años, la Tierra se formó en elevadas protuberancias y bajas depresiones las cuales hoy conforman su irregular corteza terrestre.
Después de mucho “sufrir” y pasar por esta inclemente transformación la Tierra se dividió en zonas idóneas que permitían la procreación y un hábitat para sus hijos: acuáticos, terrestres o aéreos.
Fin
Tomás Flores