Inagotable dureza que soporta la barrera,
tan lejana como agua en desierto,
aunque esté a solo un paso
de ella misma.
Hasta los monstruos al caer la noche se muestran;
indomable, ella no lo hace.
Quizás no porque no lo sea,
tan solo es que fue escupida en cristal: débil.
Reconoce quien llega a ella,
porque su piel cruje, mientras su mente grita
y ella calla.
El silencio es lo único fuerte de su alma,
no fue necesario que ella lo creara,
solo tuvo que dejarse amar,
por ella misma.
Estar expuesta le asusta,
mientras la valentía algo le reclama.
Ocultarse será lo único que logrará,
pero nadie daño le hará.