Todo lo frágil se quiebra
y, a veces, sin opciones de reconstrucción.
Aquel que siempre estaba y aún así era invisible para muchos
un día dejará de estar, se habrá quebrado,
y lastimosamente, será en ese momento cuando todo el mundo
lo recuerde.
Indiferente, pero regio,
en todo momento digno,
frío y caluroso,
diferente.
Con oportunidades y a la vez sin ellas, por el destino,
y por personas forjadas a estar en su camino,
a una travesía fue condenado,
pero desvanecerse no fue una opción,
un gran camino siguió,
y luz a muchas almas y mentes llevó.
Pero lo indeseable tenía que pasar
y pasó.
Adiós le dijo al mundo
y hola a la eternidad,
pues siempre queda aquel que lo mejor ha decidido dar
y aunque a duras penas lo intento,
con una gran sonrisa todos decimos:
¡Lo logró!
-En honor a un librero de la UCV