El eterno debate... DEBERES ¿SI O NO?

Voy a tratar de exponer los puntos de vista que hay a día de hoy con respecto a este tema, que está generando tantísima polémica y está dividiendo a toda la Comunidad Educativa.

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DEFENSORES DEL 'NO'

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EXCESO DE HORAS

Lo mismo que a los adultos no nos gusta echar horas extras, a nuestros hijos no les gusta hacer deberes después del colegio. Un alumno cuando sale del colegio lo que quiere es jugar, disfrutar de su tiempo libre y desconectar después de “su jornada laboral”.

¿TIENEN SENTIDO LOS DEBERES?

Actualmente, un gran porcentaje de los deberes que nuestros hijos traen a casa carecen de valor pedagógico. Invierten mucho tiempo copiando enunciados o párrafos completos de los libros de texto, dejando al margen la creatividad o al emprendimiento.

LOS DEBERES PROVOCAN FRUSTRACIÓN

Que el jugar es totalmente necesario e imprescindible para el correcto desarrollo de los niños es algo evidente. Cuando los niños pasan la tarde haciendo deberes y empiezan a darse cuenta de que la hora de la cena está llegado y no han podido jugar, entonces empieza el gran problema, ya que acaban frustrados, agotados mentalmente y cogiéndole una manía inmensa a los deberes y, de un modo inconsciente, al colegio.

TENSIÓN FAMILIAR

En la sociedad actual la conciliación familiar es algo difícil de conseguir. Cada día es más común ver familias en las que tanto padre como madre trabajan, provocando que cada vez se pase menos tiempo con los hijos. Si a esto le sumamos el cansancio de padres e hijos, puede provocar que un ejercicio que no se entiende se convierta en una bomba de relojería.

NO SE TIENEN EN CUENTA LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES

Los deberes que manda un maestro/profesor no son personalizados, son los mismos para todos los alumnos de la clase. No se mira las características de cada uno, si es lento, rápido, si le cuesta más o menos entender un concepto, se termina mandando el mismo número de ejercicios y esto provoca desigualdad.

IMPIDEN A LOS NIÑOS EDUCARSE EN OTRAS MATERIAS

Si el niño pasa tanto tiempo haciendo deberes se está perdiendo parte de la educación que éste debería recibir en el seno del hogar. Cosas tan simples, pero a la vez, tan importantes como ir a comprar, poner o quitar la mesa, aprender a resolver conflictos en el parque porque no le da tiempo a ir, etc.

NO CREAN BUENOS HÁBITOS

Puede ocurrir más bien al contrario, hace que los niños sean dependientes e inseguros. Niños que no son capaces de organizar su tiempo, entre otras cosas, porque no lo tienen, no pueden decidir cuándo jugar y cuándo estudiar, porque sólo hay tiempo para el estudio. Necesitarán que el padre o la madre estudie con ellos, les ayude a hacer un dibujo e incluso colorearlo, a hacer resúmenes de los temas, etc., porque si lo tienen que hacer ellos solos no dormirían las horas necesarias.

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DEFENSORES DEL 'SI'

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LOS DEBERES ENSEÑAN

Cuando un maestro/profesor es fiel defensor de los deberes, sin duda alguna, es el argumento de más peso en el que se basa es que los deberes sirven para aprender. No sólo se refieren a conocimientos relacionados con las distintas asignaturas y materias sino a otras cosas que son fundamentales para la vida en general. Como por ejemplo al ESFUERZO y la PERSEVERANCIA.

Los deberes de para casa ayudan a que sean conscientes de que para conseguir un objetivo o resultado, que en estos casos se suele enfocar a una nota positiva en clase, es necesario trabajar y poner todo de su parte. Nadie regala nada y esa es una enseñanza vital para el presente y el futuro de cualquier persona.

REFUERZAN CONTENIDOS Y PROVOCAN LA ADQUISICIÓN DE VALORES

Si hay una cosa que es incuestionable es que practicar es la clave para poder conseguir afianzar un conocimiento. Esta es la razón por la que los docentes consideran que mediante los deberes los alumnos podrán consolidar un aprendizaje concreto de una asignatura que, posteriormente, les facilitará poder superar el examen o control correspondiente.

Pero no solo eso, sino que les ayudará a adquirir y a aprender valores fundamentales para cualquier individuo, como la disciplina, la constancia o la autonomía necesaria para poder prescindir, si se quiere, de la ayuda del adulto.

AYUDAN A QUE PADRES E HIJOS COMPARTAN TIEMPO

En numerosas ocasiones los padres tienen que ayudar a sus hijos con ejercicios de deberes que no han acabado de comprender en clase. Éste tiempo que comparten padre/madre/hijo/hija debería verse como algo positivo, ya que, a día de hoy, pasar un rato en familia se vuelve prácticamente imposible por las complicadas agendas de padres e hijos.

Con lo que otro de los argumentos de los defensores de los deberes es que ayudan a fortalecer los lazos familiares, sirviendo los deberes como excusa para pasar más tiempo juntos.

CREAN O REFUERZAN HÁBITOS

La tarea de casa ayuda a crear hábitos de trabajo y estudio en los niños indispensables para tener una vida organizada. En función de los deberes de cada día aprenden a distribuir su tiempo personal y a avanzar en el estudio, logrando que desde pequeños aprendan que tienen un objetivo que cumplir y al finalizarlos sientan la satisfacción de su propio aprendizaje.

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Sinceramente, desde el punto de vista de maestro, no soy muy partidario de mandar deberes a mis alumnos. Pero, como en todo en esta vida, hay que actuar con sentido común. Ya que si nos vamos a los extremos el resultado suele ser negativo.

Extremistra Pro-Deberes:

- Mañana quiero los 37 ejercicios de lengua, los 12 de mates y el primer tema de Naturales copiado en el cuaderno, con dos cuadros de margen y con letra "arial" 12.

- Pero maestro, si es en el cuaderno ¿cómo hacemos la letra "arial"?

- Juanito, ¡¡¡Si yo digo "arial" es "arial" y punto!!!

Extremistra Anti-Deberes:

- Mamá, tengo que acabar dos ejercicios de lengua y copiar un cuadro de Sociales.

- ¿¿¿Pero qué dices??? ¿¿¿Otra vez deberes??? ¿¿¿Y cuándo juegas??? ¿¿¿Y cuándo pretende el enterado de tu maestrín que te lleve a las 45 extraescolares que tienes antes de cenar???

- Mamá, es que me lo traigo de deberes porque en clase me he puesto a hablar con Pepito del partido de ayer...

- Niño, ¡¡¡Vete a molestar a tu padre que tengo muchas cosas que hacer!!!

Ya un poco más en serio, bajo mi punto de vista no hay que sobrecargar a los alumnos con muchos deberes, porque el efecto puede tener más consecuencias negativas que positivas. Pero no creo que el hecho de que un niño pase media hora diaria en su escritorio, ya sea haciendo deberes o leyendo, tenga ningún tipo de repercusión negativa en ningún niño, más bien todo lo contrario.

El dilema es, ¿Qué hacer con los alumnos que no hacen lo que tienen que hacer en clase y, por norma, no se llevan deberes a casa?

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