Introducción

Hola Steemians! Hacía diez años que no escribía historias, pero me acuerdo que para mi era un placer bastante lindo hacerlo. Desde que estoy en steemit retomé la escritura, pero escribir artículos/investigaciones no es lo mismo que la escritura artística. El hecho de trabajar paralelamente hace que rara vez tenga tiempo o ganas de realmente volcar mi alma en papel. Generalmente vuelvo bastante cansado. Pero eso está cambiando, y a medida que voy adquiriendo seguidores e ingresos en steemit, mis horas de trabajo se acortan y las de creatividad se alargan, y eso es algo que me encanta, así que estoy volviendo a mis viejos hábitos y estoy escribiendo una novela de ciencia ficción. Pero mientras tanto, decidí sacarme el óxido y pulir mi mano haciendo una serie de cuentos cortos y medianos de diversos estilos. En la entrega de hoy, mezclo realismo mágico con terror, espero lo disfruten!

Rodé sobre la cama y eché una nueva mirada a ese maldito reloj. Las 3:33 AM, la hora del lobo. Recuerdo como mi abuelo me había contado que todos los espíritus salen a pasear a esa hora, quizás por ser la mitad del famoso 666, o quizás tenga que ver con cómo la penumbra afecta las demás dimensiones. No lo sé, y el tampoco lo sabía, pero era tremendamente insistente con esto. "Hijo, si oyes ruidos a las 3:33 de la mañana, es el lobo intentando salir, no le des el gusto, solo voltéate e intenta dormir."
"Paparruchadas clásicas" pensé, mientras me daba media vuelta e intentaba seguir durmiendo. Cualquier cosa que me sacase de ese tortuoso insomnio hubiera sido una mejoría. Desde que había aceptado ese nuevo trabajo, en ese cubiculo que succionaba mi vida, las fechas de entrega se habían ido adelantando, al igual que mi paciencia se había ido reduciendo para ese nuevo jefe. El infame Nathaniel, de pelo rojo erizado y sonrisa maquiavelica. El mismo que todos los días me humilla y después a media sonrisa y mostrando los dientes solo pretende que me está "ayudando a ser más eficiente".
"No, la bronca no me va ayudar a dormir más rápido", pensé haciendo un esfuerzo por calmarme, pero tuve la necesidad de levantarme a tomar un vaso de agua. El agua se precipitaba rápidamente hacia el vaso, escapándose de la botella de la misma forma que se me escapaban las horas que me quedaban para conciliar el sueño. Y como la desesperación tampoco me iba a ayudar, respiré profundo y me puse en camino al baño para hacer pis por última vez.
Desde chico siempre me había dado miedo ese tétrico espejo victoriano que me observaba desde cerca. Pero era el último recuerdo de mi abuelo y ya estoy grande, me tengo que dejar de idioteces. Le eché una nueva mirada, el contorno negro como si fuera de obsidiana, y de rivetes rebuscados como los laberinticos pasillos del infierno, y cada mancha de tierra, persistente como los pecados de un alma en pena a pesar de que incontables veces había intentado limpiarlas con todos los productos de limpieza existente en el mercado. Todo se veía más oscuro dentro de el, y no había dia en que ese maldito espejo no se sintiera como si fuera un portal hacia algún otro lado mucho más malefico, más turbio.
La flamante luz de led que había colocado en el baño se encontraba apagada y con el gollete desenroscado, siendo su brillo como el de mil soles en mi retina para las noches que tengo la suerte de estar medio dormido, así que la tuve que asesinar. En vez de eso, usaba el brillo amarillento y mortecino de una pobre y vieja lámpara de filamento, que se esforzaba todo lo que podía para darme su luz agonizante. En ese momento me encontraba de espaldas al espejo, y mientras descargaba el liquido amarillento en el inodoro, no podía evitar sentir de que estaba siendo observado. Sombras se movían por detrás mio, yo veía los cambios de iluminación por el rabillo del ojo, pero cada vez que me daba vuelta, estas desaparecían en mi imaginación. Volví a la cama, me acomodé incómodamente en ella y habrán pasado horas, pero lentamente me fui quedando dormido.
Me desperté sobresaltado como si hubiera explotado algo al lado mío. Un dolor agudo en mi mandíbula me devolvió a la realidad. Sangre! Me encontraba en el piso, con un diente roto y abundante sangre en mi boca. Miré rápidamente el reloj: las 3:33 AM. Me levanté apuradamente y fui al baño sin razonar el porqué según Don Reloj no había pasado ni un minuto desde que me había acostado, y me agaché sobre el lavatorio. Pensé que la sangre no iba a parar de salir nunca, seguía saliendo a borbotones mientras me enjuagaba y removía los pedacitos de diente. Empecé a temer que alguien se pudiera desangrar por masacrarse un diente. Lo miré en mi mano: era uno de mis dientes caninos el que había recibido el trauma. Mientras me lavaba noté algo extraño por el rabillo del ojo y maldigo la hora en que decidí mirar hacia el espejo porque ahí lo vi. La habitación se volvia más oscura mientras miraba adentro del espejo y un vertigo me invadia, como succionandome a otra dimensión. En el fondo del cuarto, una enorme sombra gris oscuro, alargada y amenazante. Acechaba sostenida a los azulejos del baño por garras largas y peludas, pero no, mirandolo mejor, no se sostenía a la pared, estaba pegada a ella. Lo peor eran sus ojos rojos como la sangre y brillantes como los de un demonio. Un escalofrio corrió por mi columna vertebral. La visión me sorprendió tanto que me di vuelta asustado y rápidamente para enfrentar a esa amenza, pero no había nada allí. Aliviado, me di vuelta lentamente y con miedo a mirar el espejo una vez más, reafirmandome que habrá sido todo un sueño, y efectivamente cuando vi nuevamente lo que el espejo me mostraba, todo se hallaba más iluminado y normal, sin rastros de demonios amenazantes. Mordí un pedazo de gasa y volví a acostarme, pensando que a primera hora de la mañana debería ir al dentista.
Me desperté lentamente, con el cerebro embotado y para mi sorpresa, no podía moverme. Era inútil, a pesar de mis mejores esfuerzos mis músculos no se movían ni un poco. Habré estado mil años en esa agonía paralizante intentando que mi cuerpo me respondiera sin efecto. Me encontraba muerto? Finalmente, la punta de mi dedo indice revivió y se movió un centimetro, y yo respiré aliviado, no era un sueño ni estaba muerto, y estaba feliz de estar vivo. Toqué mi mandíbula adolorida y sentí la gasa todavía empapada en sangre. Debería ir al hospital? Mientras lo decidía miré la hora, las 3:33 AM. No podía ser! Fui al baño a hacer pis, y mientras me preparaba noté un olor punzante a putrefacción alrededor mío. "Seguramente la heladera contenía comida que había pasado a mejor vida", reí nerviosamente, ignoranto a propósito el olor rancio. Un líquido cálido comenzó a fluir por mis piernas y me despertó de mis pensamientos. Seguro me habría hecho pis encima. Abrí mis ojos y miré mis piernas. Sangre! Un río de sangre salía desde mi miembro y corría como una catarata por mis piernas hasta el piso. Extrañamente, no sentía dolor, pero sentía como la vida misma se escapaba de mi cuerpo. Me sentí desvancer y caí al piso de la impresión, golpeandome la cabeza contra el inodoro. Semi inconsciente, vi como mi visión periferica se cerraba y todo el cuarto se oscurecía. Desde el espejo, mi propio reflejo comenzaba a moverse y sonreir maniaticamente. Este comenzó a salir a través de el, como si de una ventana se tratara, y a caminar lentamente hacia mi. Lentamente se acercó más y más, hasta que estuvo sobre mi. Vi como esa sobrenatural copia de mi mismo se agachaba sobre mí, y sentí sus dedos helados como la muerte recorrer mi frente. Sus ojos sin embargo, no eran los míos, eran rojo carmesí como los de un demonio. Agonizante y aterrorizado, sin fuerzas para poder moverme y resignado, cerré mis ojos esperando el final. Dí un grito de pánico como el que da un venado mientras un lobo le dasgarra el cuello, y sentí a mi traquea quebrarse como se quebra una rama. Abrí los ojos con lo que me quedaba de fuerza y vi a un lobo gigante alimentandose de mi carne, destrozandome mordisco a mordisco. Finalmente no pude más y me dejé ir...
Me sobresalté en la cama, golpeándome la cabeza con la mesa de luz. Todo había sido un sueño? Miré el reloj, las 3:33 AM. Con la cabeza terriblemente embotada, como si todavía me encontrara dormido o quizas borracho, tambaleé hasta la computadora para distraerme un poco y sacarme el pánico. Abrí el navegador y me senté en la penumbra que me envolvía. Escuché pasos alrededor, pero esta vez no voltee, ni fui a ver, ni siquiera pude ir a hacer pis. Obsesivamente me puse a escribir una historia, casi como un grito de ayuda. El brillo de la pantalla lastimaba mis ojos. Trabajo terminado! Rellené los datos, clickeé en "publicación" y finalmente mi viejo amigo steemit se transformó en confidente de una historia más. Trabajo terminado? Me calmé lentamente y volví a mi cotidianeidad.
Es hora de ir a hacer pis y peinarme frente al espejo...

Nota al pie: Juro que lo iba a publicar a las 3:33 AM, pero después pensé mejor y me di cuenta que no lo iba a ver ni el loro, así que disculpenme si la realidad superó mis intenciones de seguir con el realismo mágico. :P
También les recomiendo esta pelicula de terror, que si bien no tiene mucho que ver con mi relato, lo inspiró en alguna medida y tiene espejos, muchos espejos: http://www.imdb.com/title/tt0790686/?ref_=nv_sr_1