¡Mi hijo es homosexual! ¿Que debo hacer?

Hoy en día el tema de la homosexualidad ha dejado de ser un tema tabú, en el cual muchas personas lo ven como normal y aceptable, aunque todavía hay personas retrograda y de mente vacía que ven a los homosexuales como fenómenos de la naturaleza. Pero en el tema de hoy obviaremos a esas personas y pensaremos ¿Por qué nos convertimos en este tipo de personas cuando se trata de nuestros hijos?

Cuando hablamos de homosexualidad es increíble ver como hay muchas personas que lo ven como algo distante, como si nunca nos fuera a tocar y no nos detenemos a pensar que no es una enfermedad o un virus del cual nos podemos vacunar o algo por el estilo, en todas las familias existe un homosexual llámese como se llame (gay, lesbiana, etc.) y esto no precisamente por moda o estadística, sino algo de la vida real. Los homosexuales son seres pensantes y con sentimiento al igual que nosotros, personas que ríen, lloran, sufren y gozan, son inteligentes, amigables y sociales, al igual que cualquier persona. Esto lo hemos entendido con el paso de los años pero ¿Por qué nos cuesta tanto asimilarlo cuando son nuestros hijos?

Cuando un padre tiene un indicio de que su hijo es homosexual enseguida pasan millones de preguntas por su mente ¿Qué hice mal? ¿En que falle? ¿Qué dirá la gente? ¿Ahora qué voy hacer? En fin su preocupación se basa más en que pensara la sociedad, sus amistades, conocidos y familiares, que en lo que realmente piensan sus hijos, hay ciertos padres que piensan que la vida de sus hijos se ha acabado por el hecho de ser homosexual y me pregunto ¿Sera que la heterosexualidad te garantiza el éxito y la felicidad? Mi respuesta es obviamente que ¡No! Tengo amistades homosexuales que puedo decir con toda certeza son millones de veces más felices y exitosos que otros que tengo heterosexuales.

¿Por qué si asumimos embarazos precoces y vicios en nuestros hijos, no damos una mano de aliento a uno homosexual? En ocasiones sin darnos cuenta nos convertimos en los verdugos emocionales de nuestros hijos, para un hijo el apoyo de sus padres es fundamental, ya mucho tienen que soportar de una sociedad inescrupulosa llena de tabúes y telarañas mentales, como para que también tenga que sufrir el rechazo y señalamiento de las personas que le dieron la vida, mientras nuestro hijos sean personas felices, disciplinados, pienso que hicimos un gran trabajo, como padre lo principal es que nuestro hijos sean felices que vivan una buena vida sin importar su preferencia sexual.

Con mucha tristeza he escuchado como cierto padres dicen ¡Prefiero que mi hijo sea malandro o mi hija una mujer de la mala vida a que sean homosexual¡ me pregunto ¡por Dios! ¿Será que estas personas tienen excrementos en sus cabezas? ¿Cómo pueden preferir un hijo con falta de valores a una persona integral que su único “pecado” es ser homosexual? ¿Quién ha dicho que ser homosexual es un delito? Para mí las personas homosexuales son personas al igual que otras solo que con una mente más abierta y un sentido del entendimiento más amplio que algunas otras personas.

Entiendo y comprendo que esto cause un cierto impacto en nosotros como padre, porque vivimos en una sociedad que aunque digamos que no tenemos tabúes, ¡Sí lo tenemos!, pero lo importante es mantener una postura alentadora y de apoyo para nuestro hijos, porque cuando se sienten rechazos pueden caer en una depresión tan grande que incluso los puede llevar al suicidio y seguro prefieres tener un hijo homosexual que una tumba en medio de tu casa ¿Cómo te sentirías si tu rechazo forma parte fundamental del suicidio de tu hijo?

Pensar en lo difícil de asumir su orientación

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Vivimos en una sociedad donde la heterosexualidad es lo “normal” entonces como padres debemos detenernos a pensar lo difícil que es para nosotros asumir que algo en ellos es diferente, que se sienten diferentes y sus gustos son distinto, pero debemos de sentirnos orgullos de que enseñamos a nuestro hijos a afrontar situaciones, a luchar por su felicidad, es preferible tener un hijo homosexual feliz, que un hijo amargado y frustrado por callar sus sentimientos que a la larga terminaran envolviendo a más gente en su mentira que pronto explotara en la cara.

Que hacer si no podemos superar la situación

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Hay padres que se convencen, que sus hijos están confundidos y que atraviesan por una mala situación, sin pensar que con eso solo se engañan, lo ideal es que si no podemos entender y asumir la situación, debemos buscar ayuda profesional para la familia y junto poder afrontar la situación como cualquier otra, ya que nuestros hijos no están matando ni robando a nadie solo están luchando para vivir una vida feliz y plena.

convertirnos padres defensores

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Aunque suene duro es cierto, si nosotros como padres no defendemos y luchamos por los derecho de igualdad de nuestro hijos nadie lo hará, así que cuando sintamos que alguien agrede a nuestros hijos, lo mejor es no callar y defender a nuestros hijos. Tomar valor para afrontar y decirles sus cuatro verdades a todo aquel que tiene una telaraña mental que quiera agredir y hacer ver a nuestros hijos como unos fenómenos de circo.

Mis consejos para los padres

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• Dejar de castigarse y pensar que algo hicieron mal
• Dejar de tratar de comprender y empezar asumir la situación
• Hablar con sus hijos
• No tratar de cambiar la preferencia sexual de sus hijos
• Buscar ayuda profesional (para la familia en general)

Bueno queridos amigos este post lo hice por petición de un amigo de Discord, con el cual me disculpo, ya que su solicitud fue que realizara un artículo para el poder evitar que su hijo se convierta en homosexual ya que me comento que está casi seguro que lo es. Cabe destacar que el hijo tiene 17 años, para mi concepto es casi adulto y ya sabe lo que hace. Como padres podemos moldear las conductas de nuestros hijos, pero difícilmente sus gustos o preferencias. Una vez más aprovecho para invitarlos a aceptar a sus hijos con sus virtudes y defectos, los hijos no son un juguete que podemos cambiar si sentimos que nos sales defectuoso.

fuente

Me despido con un fuerte abrazo, muchas gracias por leer, ¡Hasta la próxima!