Comprendí que él amor no siempre esta en su abdomen plano y sus nalgas firmes, con sus senos hermosos y altivos, su cara de ángel y su sexo dispuesto.
Puede que él amor de mi vida sea una mujer adulta, de mirada inquieta, de rostro opaco, con senos caídos, estrías y cesárea, con él estómago flácido, esa mujer que lleva años peleando con sigo misma por él paso del tiempo, esa mujer que ha sobrevivido a una humillación o a un desprecio, esa mujer que ha sido usada, una mujer que tiene mucho que dar, una mujer que ya conoce su cuerpo, que se ha sentido, que se ama hoy tal cual es.
Que no se reprimirá al decir abiertamente lo que quiere de mi, quizás sexo, quizás compañía, quizás amor. Que no quiere mi dinero ni mi fama. Que tiene ganas de sentir, de vivir.
Una mujer que no temerá en decirme que soy un imbécil o que eres maravilloso y me ama.
Que me coja como una puta en la cama y en la calle sea mi primera dama. Aun no se quien sea si joven o mayor pero como seas estoy preparándome para poder hacerte feliz y merecerte cada día dejando de ser menos imbécil.