Darla era una hermosa muchacha de encantadores sentimientos, algo parlanchina que le permitió ser más sociable, era la hermana mayor de 6 hermanos. Por ser la hermana mayor y la única mujer, su madre la dejo a cargo de sus hermanos desde muy pequeña.

Darla sabia realizar todo tipos de quehaceres del hogar, su madre se encargó de que aprendiera muy bien todo lo necesario, pero en las artes culinarias no era buena se le quemaba hasta él agua que colocaba a hervir, una de esas tantas veces entre ensayo y error, realizo una caraotas y les agrego vinagre para aflojarlas, porque una vecina le dijo que servía para ablandarlas, lo cual se le paso lo mano quedaron muy avinagradas y nadie se las quiso comer, otras de su malas ideas para completar la comida era que utilizaba espagueti corto y espagueti largo, algo que ninguno le gustaba porque la pasta corta quedaba duro y la larga quedaba muy floja y así un sin número de anécdotas más.

Su excusa era que todos las responsabilidades que tenía no eran de ella y esa actitud siempre la mantuvo y esperaba con grandes ansias de salir de la casa de sus padre y del yugo familiar.

Todo el mundo decía déjenla aprenderá cuando madure o se case ella tendrá que hacerlo mejor. Siempre era desordenada, despreocupada y algo floja, muchas veces su madre tenía que estar detrás de ella para que terminara de hacer las cosas. Sus actitudes no cambiaron al cumplir 22 años siempre fue la misma muchacha pero aprendió a cocinar a través de ensayo y error, aprendió a probar las comidas y a cocinar lo esencial arroz, pasta, pollo y carne lo más sencillo y rápido de hacer.

Al cumplir los 25 años se enamoró de Julio y empezó a vivir con él al poco tiempo. Todos decían se acomodara, cambiara su actitud, dejara de ser descuidada y poco preocupada tendrá que encargarse de su marido y del hogar.

A los 2 años de vivir con Julio salió embarazada las cosa como pareja iban marchando con dificultades por el mismo descuido de ella con el hogar, pero aun así él amor de Julio por ella permanece.

Al nacer su hija la nombra Gabriela, las cosas marchan bien, pero solo fue un tiempo, siguió de descuida y aun peor hasta con su pequeña niña, pero nunca dejo de descuidar a su marido.

Julio colmado de tales descuidos empezó a perder él amor por ella, siempre peleaban por su flojera, no solo descuido a la niña sino empezó a descuidar el hogar y en una mañana Julio agarro sus cosas y se marchó.
Darla se sumió en una tristeza y decidió dejarle a Gabrielita a su madre Santiga, ella se queda con la niña porque no quiere que la pequeña pasara trabajo.

Poco a poco Darla salió de la depresión y se consiguió un novio llamado Mateo las cosas marcharon bien, pronto empezaron a vivir juntos y Mateo rápidamente se dio cuenta de cómo era ella, la presiona para hacer las cosas y la ayuda con ciertas tareas, ella maravillosamente cambia. Al ver estos cambios positivos, Santiga le lleva a la niña los fines de semana para que la cuide y le dé calor de madre pero ella solo atiende las necesidades mínimas de la niña, no se preocupa en él aseo y mucho menos de alimentar a su hija a la hora. La sra Santiaga indignada se la lleva por ver el maltrato de Darla hacia Gabrielita, habla con Julio para que la ayude y él le dice que no puede porque no sabe cómo criar a una niña tan pequeña y menos solo, la sra Santiaga no le queda de otra que quedarse con la niña Julio decide mandarle manutención a la niña cada semana cómo ayuda para la sra Santiaga.

La niña crece con la buena crianza de su abuela y la ayuda de su padre.
Darla totalmente desentendida de la niña, pasa el tiempo y ya Gabriela tiene 8 años. Aun Darla sigue con Mateo, por lo tanto él feliz por las atenciones de su mujer siempre ve su casa limpia, ordenada y hermosa, Darla todos los días lo espera con la comida caliente en la mesa perfectamente arreglada y perfumada para recibir a su marido.
Ella nunca más se preocupó por Gabriela porque sabía que la pequeña estaba bien con su abuela y su padre.

La niña creció y se convirtió en una hermosa mujer, se casó con un buen hombre y tuvo dos hijos, ella se prometió no ser como su madre biológica y criar a sus hijos como su madre y su padre no la pudieron criar. Agradecida con su madre Santiaga, la visita todos los fines de semana la lleva de paseo y le regresa en vida lo que hizo por ella. Ambas tienen un vínculo hermoso y genuino Santiaga siempre la vio cómo su séptima hija.
Darla nunca cambio ni con la madures y mucho menos con la maternidad.

Pero si cambio por un marido, no pudo ser madre, y en ella nunca se vio una pisca de arrepentimiento por el abandono a su hija.

Gabriela tuvo suerte porque tuvo a su abuela Santiaga, que la crió como su hija hasta convertirla en una gran mujer con la ayuda económica de Julio su padre.

"Cualquier mujer puede parir pero no todas tienen la capacidad de ser madre.”

Historias como esta se escuchan todo el tiempo, pero la mayor tristeza es verla pasar.

Amigos de steemit estas historias son para la reflexión sean madres como Santiaga y no como Darla.

Gracias por leerme, espero que les guste @ymaru06.

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