Que hace usted estudiando eso hija, aquí ni la Constitución se cumple, póngase a trabajar o a estudiar otra cosa…

Le respondí con una sonrisa, y así como se lo dije a ella, hoy se los digo a ustedes. Yo estudio leyes porque tengo una sed de justicia que me reconforta a diario y si nos desmotiva el hecho de que ésta se esfumó, entonces que nadie estudie medicina porque igual todos nos vamos a morir. El fin principal de un médico es salvar vidas, pero esto no siempre sucede, hay pacientes que mueren o enfermedades que no se pueden curar. Lo mismo pasa con el Derecho, nuestro fin último es impartir justicia, pero esto no siempre pasa, a veces se tuercen las leyes, o mejor dicho, a veces las personas tuercen las leyes, es decir; desvirtúan el ordenamiento jurídico de un país con el propósito de obtener un beneficio propio alejado del bien común y el bienestar de los pueblos.

Esto no pasa solo en Venezuela señores, es parte de las historia, y si no me creen, pregúntenle a Alemania que vivió en carne propia la tortura de tener unos juristas que en vez de impartir justicia impartían horror. Y si nos vamos más atrás hablemos de Roma, esa Roma bonita que originó nuestro derecho actual, esa quien dió nacimiento a una de las Repúblicas más hermosas de la historia, esa donde se crearon leyes tan buenas que hoy día no han sido derogadas. Esa misma sufrió la transición de una República a un imperio devastador que acabó con un brillante senado hasta convertirse en un Imperio opresor que se manejaba a través de un emperador que solo buscaba satisfacer sus placeres.

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Imagínense; en la Roma antigua el Emperador eliminó al senado, muchísimos años después, en un país del sur llamado Venezuela un gobierno mezquino y opresor eliminó al Poder Legislativo instalando su propia Asamblea.

Ahora bien, el imperio Romano cayó, ¿Saben qué fue el Imperio Romano?

Amigos, el Imperio Romano es el más grande que ha existido en la historia, y cayó porque no hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo aguante, pero ¡Dios mío tumbaron el muro de Berlín!, ¿Acaso nosotros como venezolanos no tenemos la fuerza para salir de esto?.

Sí la tenemos, y cuando estemos preparados como sociedad lo vamos a lograr, todo tiene su momento, su etapa, porque somos parte de la historia y son cosas que deben pasar, porque la historia se repite, en diferentes escenarios pero se repite. Mientras eso sucede yo seguiré contribuyendo a mejorar nuestro país en la medida de lo posible, “de poquito en poquito se logra bastante”, solo está derrotado aquel que deja de soñar.

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Recuerden que cuando se escribe con amor todo es más bonito
Yohana Martinez