La señora de las flores, así me llaman en mi sector, no sé por qué motivo casi nadie siembra flores en su jardín por esta zona, supongo que es por el clima tan intensamente caluroso o por otra razón, yo por otra parte desde que me mude a mi casa hace aproximadamente unos 30 años, siempre me ocupo en que a mi pequeña jardinera nunca le falten las plantas florales.

Nunca falta un niño o una viejita que venga a pedir flores para llevar a la virgen o a un familiar en el cementerio, a veces mis plantas lo sienten un poco pero nunca me he negado y tal vez por eso ellas siguen floreciendo. He tenido de varias especies, sin embargo, las que más han perdurado en el tiempo, son mis arbustos de Ixoras.

Las Ixoras rojas son mis favoritas pero también tengo un gran arbusto de Ixoras rosadas, ambas florecen casi todo el año, pero en temporadas post lluvias o en Mayo el glorioso mes de las flores ellas se lucen de manera esplendida.

Información sobre la especie

La Ixora, cuyo nombre científico es Ixora coccinea, es un arbusto originario de Asia que pertenece a la familia Rubiaceae. Se ha propagado por todo el planeta porque es bastante adaptable, pero sigue prefiriendo los climas cálidos y húmedos para lograr un óptimo desarrollo. Necesita ubicaciones con mucho sol o, en su defecto, muy bien iluminadas.

Su forma

Como mencioné es un arbusto, el mismo soporta una poda fuerte y es por ello que muchas personas suelen hacer figuras con él, es usado en jardines y plazas siendo podada como para hacer una cerca con ella.

Sus flores son pequeñas y agrupadas en grandes copos, ellos llaman la atención de las personas así como de los colibríes y mariposas que frecuentemente las visitan debido a su suave olor y su néctar dulce. Hay personas que adoran los colibríes y que casi nunca los ven, yo tengo la dicha de que gracias a mis ixoras, ellos visitan mi casa todos los días.

Sus pequeñas flores de cuatro pétalos se reúnen en inflorescencia terminales de tipo umbela, son de distintos colores dependiendo de la variedad, las más comunes son rojas o anaranjadas, pero las hay también blancas y amarillas; las que se van marchitando hay que quitarlas para favorecer la floración siguiente, puesto que florece la mayor parte del año. Las hojas también difieren bastante, en cuanto a color y forma según la variedad; la gran mayoría se presentan ovales y acuminadas, pero las hay con punta redondeada también; el aspecto coriáceo es el más típico pero hay algunas que no lo presentan; sí, en todas, los márgenes son enteros y la medida oscila entre los cinco y los diez centímetros de largo.

Cuidado

No requieren de mucho cuidado, solo el básico, agua, buena tierra y por su puesto mantener el suelo libre de bichos, sin embargo este arbusto es tan resistente que incluso resiste cuando una colmena de hormigas se sitúa cerca a su tronco.

Para reproducirla pueden usarse esquejes obtenidos después de podarla (de unos diez centímetros de longitud, con o sin agregado de hormonas de enraizar), los ejemplares conseguidos de esta manera ya estarán produciendo flores a los escasos seis meses; también se emplean sus semillas pero tardan bastante en germinar y las plantas son luego de lento desarrollo y de menor tamaño; precisa suelos sueltos, bien aireados, con pH ligeramente ácido y ricos en materia orgánica; el riego debe ser abundante aunque sin llegar al encharcamiento. Sus raíces suelen ser atacadas por los nematodos y la parte aérea por las cochinillas, se combate a los primeros con un fungicida sistémico y a las segundas con agua jabonosa o de lejía.