Una de mis bandas favoritas, sin duda alguna, es The Smiths. Los conocí a través de esos playlist de Youtube que reproducen cientos de canciones acordes a un mismo genero o temática.
Estaba tranquilo, redactando unas cosillas en Word, cuando a mis oídos llegaron los dulces y aleatorios acordes del rasgueo de una guitarra eléctrica. Era "This Charming Man".
El intrincado ritmo de bajo y guitarra y la fantasmagórica voz de su controvertido vocalista, Morrisey, me dejaron atónito por los 3 minutos que duro la canción. Me sentía maravillado y confundido.
Mas tarde oí "How Soon is Now", "Stop me if You Think You've Heard this One Before" (nombre extremadamente extenso, aunque una vez que la oyes jamas olvidaras su nombre), "Heaven Knows I'm Miserable Now", "Hand in Glove", y porsupuesto, "I Won't Share You", y obtuve esa misma sensación.
Melodías impredecibles en cada estrofa, fascinantes y complicadas letras en cada verso, una voz que hipnotiza tus sentidos, Son tantas las cosas que hacen a The Smiths una banda única que lo mejor que puedes hacer es escucharlos.
Nadie ha podido imitarlos (porque es necesario admitir que la música es un juego de imitación). Bandas como Radiohead tienen marcada influencia, pero nada se asemeja a lo que fue The Smiths. La genialidad (o grato error) de la estructura de cada canción es inconmensurable.
Para mi, escuchar The Smiths es escuchar una obra de Dalí.
Simplemente The Smiths.