Por una simple mirada a quien no debió haber observado, Jordan se bate en duelo contra uno de los pistoleros más peligrosos del Oeste, Sting McGrave. El pobre Jordan se pregunta porqué ha sido tan incauto sabiendo quien vive en su mismo barrio, porqué ha decidido salir en un día tan nuboso a por una jarra de cerveza solitaria en el dichoso bar de al lado de su casa. Pero nada de eso importa ya, -es demasiado tarde para salir con vida del duelo- piensa mientras se posiciona diez pasos en frente de su verdugo, en medio de la arenosa calle guiada por burdeles, tabernas y casas a las que difícilmente alguien llamaría “hogar”. Todo el mundo sale a mirar por sus ventanas como buitres esperando un suculento aperitivo.
Empieza a tronar, en un cielo seco que parece que va a llorar en cualquier momento. Ambos se miran, McGrave extiende su mano con la palma abierta hacia arriba -Cuando caiga la primera gota, abriremos fuego ¿Entendido?- a Jordan le empiezan a temblar las piernas, se oyen carcajadas a todo su alrededor. McGrave se ve enfurecido ante las risas de todos. Sin apartar la mirada hacia Jordan ni su palma hacia el cielo, les grita -¡¿ES QUE ALGUIEN QUIERE SUBSTITUIRLE?!- todo el mundo queda en silencio repentino mientras el pistolero murmura algo entre relámpagos rugientes.
Jordan parece haber perdido hasta el pulso para poder desenfundar su arma, cualquiera diría que está por caer al suelo entre tembleques, no para de mirar hacia todas partes. Cuando sus ojos coinciden de nuevo con los de McGrave, tras otro trueno rompiendo los cielos, cae la primera gota de gélida agua en la palma de el temido.
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Entré en el bar a medianoche, o eso es lo que ponía en el reloj. Dios, con tantas nubes negruzcas cubriendo el cielo, sin mirar a un reloj uno no sabría si está madrugando o trasnochando. Pero ¿qué más dará? Hoy bien podría ser mi último día entre los vivos. -Ojalá lo fuera- murmuro sin intención de hacerlo mientras me sirven una cerveza fría en un vaso de cristal, como suelo pedirla. Un camarero me mira preocupadamente de reojo mientras pasa a atender a otras mesas. Se piensa que no le he visto, pero da igual, supongo que no saber lo que dice alguien con mi fama, levantará sospechas y preocupaciones por doquier.
Tras un par de cervezas más, me doy cuenta de que sin mi familia no tengo nada que hacer. Sólo me dedico a lo que me dedico para ellos y ellos ya no están. Todos muertos de enfermedades o plomo, algunos simplemente desaparecidos. Poco a poco se ha desvanecido mi razón para actuar ante nada, no voy a vivir para mí cuando en treinta años no lo he hecho, mi lugar siempre ha estado con mi familia. Ahora no sé qué hacer...
Un par de tragos más y me percato de que un joven me está mirando mal. No tardo en saltar ante ese atrevimiento. Le invito a un duelo en la calle, él enmudece mientras los músculos de su cuello se tensan de golpe. Tras insistirle, ambos acabamos en mitad de la calle, puedo notar todos los ojos de la ciudad puestos en nosotros, puestos en mí.
Cuando caiga la primera gota de agua desenfundaremos y veremos quien muere. Pero tras los breves minutos que tenemos que esperar a que eso suceda, noto el agua en la palma de mi mano, fría como el resto de mi familia.
Entonces comprendo cual es mi lugar ahora. Mi lugar siempre ha estado con ellos y así debe seguir para que esto tenga algún sentido, pero el joven pistolero no se ha percatado de que se ha puesto a llover.
En seguida llueve a mares y él no se atreve a desenfundar. -¡DISPARA, DISPARA DE UNA VEZ!- cuando le exijo tal cosa, cae al suelo sobre su trasero. Intenta alcanzar su revolver varias veces nerviosamente, pero a penas logra desabrochar la funda de su arma al tercer intento. No me puedo creer que tras estos minutos ni se haya dado cuenta de que tenía su arma asegurada todavía... -Inútil- murmuro mientras desenfundo mi arma tranquilamente y me acerco a él, apuntándole entre las cejas. Justo entonces, tras incontables fallos por nerviosismo, logra desenfundar su arma.
Se oye el eco de seis disparos entre la lluvia, seguidos por innumerables truenos.
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Espero que os haya gustado mi nuevo relato tras tanto tiempo sin escribir nada. Lo he hecho como hice con el de Tánatos, dividiendo el relato en dos partes con dos perspectivas distintas, así no pierdo la práctica de la tercera persona, que hacía tiempo que solo hacía relatos en primera persona. ¡¡Espero que os guste!!
Nos vemos en unos días con otro de mis relatos, que vaya muy bien y no miréis mal a nadie :) ~ SAW
No miraré mal a nadie!!
Te sigo para leernos!
Saludos :)
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Muchas gracias!! Un placer tenerte con nosotros :)
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Thank You - @blueorgy
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¡No necesito tu limosna, robot! ¡¡MALDICIÓN!! -rayos y truenos ...y seis disparos-
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Amazing! Follow and upvote, please! :)
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