Hay instantes en los que sentimos que nos perdemos más, que nos desviamos del camino. Vamos por ahí hiriéndonos unos a otros, tropezando con centenares de piedras, sintiéndonos cada vez más miserables y vacíos.
Hay instantes en los que dejamos de creer en las personas, en la magia de la vida con sus pequeños detalles y con mayor gravedad, dejamos de creer en nosotros mismos.
Pero justo entonces sucede algo que nos trae devuelta a la vida, que nos invita a creer de nuevo. Ese algo puede ser una persona, un momento, la danza del viento, la sonrisa de un niño, una mascota o incluso las hojas al caer de los árboles, cualquier cosa por pequeña que parezca y solo dependerá de nosotros dejar pasar ese "llamado" o prestarle atención, permitiéndonos ver más allá de lo que nuestros ojos nos muestran, "ver con el corazón". Sintiendo así sin razonar, permitiéndonos ser solo humanos.
Hay instantes para perdernos y encontrarnos.
Hay instantes de compromiso y organización.
Hay instantes en los que podemos dejar la vida fluir como las olas del mar, liberándonos de los problemas dejando espacio para sentir y creer en la vida, en el amor. 🌿 - AT
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@lasa_amanecer