Una mordida Letal

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https://www.infobae.com/america/mundo/2017/03/09/porque-el-dragon-de-komodo-puede-ser-clave-para-combatir-las-superbacterias/

De seguro que al escuchar la palabra dragón la asociamos al ser mitológico que tiraba fuego por la boca y de que podía volar, que vivía en un castillo en fin muchas características acerca del místico ser, pero más bien hacemos referencia al dragón de nuestros tiempos que si bien no tira fuego, no es gigantesco, no vuela pero que si existe y que no necesita nada de esas facultades sino más bien utiliza otra arma de gran poder.

Pues si el dragón de nuestra era es algo pequeño, tiene la capacidad de matar con solo una mordida, una mordida la cual es una de las más venenosas por medio de su saliva y de que solo necesita dar un pequeño mordisco y esperar un tiempo hasta que las numerosas bacterias que hay en su saliva acaben con la vida de la víctima y una vez esto sucede la olfatea sin importar que tan lejos este del sitio del ataque.

Como toda especie son muy territoriales así que, si un ejemplar más joven o igual de viejo decide invadir un territorio el cual no le pertenezca esta anuente a que sea atacado por el líder de ese territorio de manera que son algo cauteloso. Son cautelosos así que la mayoría de las víctimas son sorprendidas por este ser que quizás no es el más veloz pero si usa algo de astucia.

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https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/6713/7-cosas-sobre-el-dragon-de-komodo-que-te-sorprenderan

Son carroñeros cuando tienen la más mínima oportunidad de encontrar una presa, algo que tienen es que parecen un pequeño tanque blindado pues su piel es gruesa además de que cuenta con poderosas garras y por supuesto su letal saliva todas estas características quizás no impresionen en comparación con otros depredadores pero no hay que subestimarlos porque pueden ser muy peligrosos más de lo que te puedas imaginar.

Por suerte no deambulan por todo el mundo sino más bien en las zonas del Pacifico como Indonesia por ejemplo, sin embargo para quienes habitan estas regiones se les ha hecho común compartir su habitad con una especia la cual pareciera no hacer daño alguno, pero que realmente engaña.