De qué le sirve a él que llueva, que salga el sol, que haya estrellas en el cielo o que un montón de alimentos tengan las mismas vitaminas y distinto sabor. O que podamos dormir sin dolor, o que la mariposa deje de ser fea y pase a linda. O que los animales corran, o que el caballo no tenga miedo en la batalla. O que las olas lleguen hasta un límite, o que la luna adorne la noche. ¿De qué le sirven ofrendas de oro si el oro es de él? ¿De qué le sirven tus palabras si nunca hablas de él? ¿Y qué pasa si hablas de él, pero después no te importa?
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Él está a cargo de que llueva donde no hay personas. Visitas un lugar y hay vegetación hermosa. ¿Quién paga por una puesta de sol?
¿Cuánto vale ver nevar o ir a la playa a nadar? ¿O sentir deleite al comer? ¿O que cada día algo te sorprenda? El universo es tan vasto para que veamos todo lo que hizo sin fin, solo para que veamos lucecitas en la noche. ¿Y cuánto vale ver una noche estrellada?
¿Y para qué le sirve a él que los pájaros canten pidiéndole comida a Dios?
¿O para qué dijo que escucharía a un alma destrozada? ¿O para qué dijo "crean en la esperanza"? ¿O para qué dijo "mi palabra no falla"?
No lo puedes ver. Todo es para que nosotros disfrutemos de la vida, pese a que estamos malditos. Pero esa maldición pronto acabará, y Dios tendrá lo que siempre quiso: una humanidad feliz, perfecta, eterna y súper avanzada. Así como él es súper avanzado. Él dejó el modelo de eternidad a nuestro alrededor, evidencias que hacen que cada día falte menos.
Ah, pero siempre se dice que viene. Hay que recordar que el diluvio vino cuando solo había ocho para rescatar. Mira si esperó que gente se sumara. Si esperaba más, tal vez no quedaría nadie. Si aún se puede llamar "hoy" es porque aún hay gente que puede ser rescatada de la muerte y estar en el camino de la vida.
Para eso vivimos. No estamos de vacaciones ni por casualidad. Es para elegir la vida porque ha puesto delante de ti la vida para que vivas tú y tu familia, y la maldición y muerte permanente para los que no quieren vivir para siempre. Es simple, no la compliques.