El Silbón es del estado Portuguesa (Venezuela), estado en el que crecí. Es una leyenda folclórica, muy famosa y muy venezolana que cuenta de como un hijo mató a su padre para comerle la "asadura" (que aquí en Venezuela es conocido como un conjunto de órganos) ya que al parecer el hijo tenía hambre y no tenía nada que comer, según una versión; según otra, el papá había violado a la esposa del hijo y este lo mato y se comió sus órganos en venganza. La primera es la que tiene más validez, ya que dicen que el hijo era malcriado, además el hecho de volverse Silbón ocurrió porque su madre lo maldijo al enterarse de esto.
A partir de la maldición de la mamá, se volvió un espanto extremadamente famélico condenado a vagar por los llanos de Venezuela con un saco lleno de huesos a cuesta, presuntamente los huesos del padre. Se encarga de atormentar a cualquier "parrandero" o persona que deambula por los llanos en las noches.
Esta historia tiene para mí recuerdos especiales e importantes sobre mi niñez, mis abuelos y mis primos. Aun después de adulta sigo escuchándola con la misma fascinación del primer día, y de hecho, los días lluviosos son mis favoritos y es cuando disfruto aun más de escucharla. Aun viviendo en Guanare fue apenas el año pasado que pude conocer esta escultura, es la representación visual de como luce el Silbón. Este nombre viene de que anuncia de esta forma su llegada.
Si lo oyes cerca en realidad está lejos, pero si lo oyes lejos... Mejor comienza a ahuyentarlo porque quiere decir que está cerca. Se dice que le tiene miedo a estas palabras: "la tapara de ají" y "cuje cuñeco". La tapara de ají porque le fue arrojado a las heridas después de ser flagelado y a Cuñeco, perro que tenían y que azuzaron para que lo atacara.