Esta vez vine a jugar con fuego, porque el fuego quema. Ya no puedo estar callado con la carcomida punta de la lengua que se queja. Nada más aburrido, es el molesto discurso de un hombre que no tiene problemas.

Levante la mano el que ve el mundo color rosa, también el que vive el cuento de hadas o el que parado bajo el cielo azul nunca vio una nube gris cuando se acercaba.

El mundo es un acertijo, una pregunta sin respuesta, estamos condicionados a buscar solución dentro de un pantano lleno de sanguijuelas o tal vez dentro de una colmena donde cuidamos día a día los huevos de la abeja reina.

Ni la hoja de papel donde escribí mi nuevo tema fue tan amarilla o tan negra, tal vez puse el color blanco y las letras ya estaban allí de alguna extraña manera.

Pienso que cada autor debería tener una pluma y un tintero donado por la realeza, quizás estaría bien un CPU con suficiente RAM para almacenar todas sus letras, que sin lugar a dudas, colocadas en serie podrían dar la vuelta alrededor del planeta tierra.

Es importante vivir al pausado compás del tiempo, definitivamente no podemos adelantar acontecimientos, pero cuando miro hacia atrás veo que yo era otro del cual ni la sombra queda, no se parece a aquel escritor descomplicado escribiendo versos en el salón de una escuela.

Como saber si el camino transitado me conduce hacia algún cielo o si es la puerta de entrada hacia mi nuevo infierno, la pregunta es:

¿Acaso no vivimos entre las fauces de un modelo que nos quita hasta el aire que respiramos para oxigenar su depredador sistema?

Como poder estar tranquilo y escribir sin arrogancias, cuando el centralismo toca mi puerta cada vez para cobrar el Internet, como si fueran dueños de la red y también de la canción que canté; así no haya sonado bien, porque nunca la mastericé, ni mi voz se pueda comparar con la de Gardel. Pero aun así, vienen con un nuevo aumento en cada corte del mes.

Doy gracias al cielo por estar trabajando en blockchain, la valoración justa por mi contenido creativo me motiva a mejorar la calidad en cada nueva entrega, mientras mi derecho de autor se respeta dentro de un ecosistema que crece sin parar, dando un nuevo paso hacia la economía del futuro dominada por la criptomoneda.

Internet es la más preciada herramienta, gracias a ella mi voz hace eco en todo el planeta, nuestra obra navega en los océanos, surca por los cielos, se vuelve intercontinental, desde oriente a occidente, norte y sur, hasta en el vagón de un subterráneo podemos compartir lo que hacemos, es un paraíso comunicacional que nos une y nos hace sólidos como el acero.

Quiero volver al inicio por un momento, para dar un sentido más completo a mi humilde nuevo texto; Cuando hablo de jugar con fuego, es porque trasciende mi inspiración publicar en la plataforma Steemit.Com, la cual es como un volcán en erupción; pero lleno de buenas vibraciones y calor humano de arriba a abajo, de derecha a izquierda y en cualquier otra dirección.

Es como mirar en una tienda por departamentos y encontrar todo lo que necesitas por montón. Cada nueva tribu, cada nuevo token, concursos, curaciones y un equipo dispuesto a dar de sí lo mejor.

Editar un contenido, para mí es un honor, porque sé que alguien me espera atento para brindar su valiosa opinión.

Este es el fuego forjador de libertades, la daga ardiente que actúa como un motor, por eso doy la bienvenida a cada nuevo usuario y lo invito a hacer vida en STEEM Blockchain, la opción número uno donde tu palabra vale y la calidad se impone en cada rincón.