Proyecto Embajadores - Velada para narradores...Nuestro recorrido final.

Nuevamente en este lugar, majestuoso, extensa vegetación. Ese color verde, que me recuerda sanación, esperanza, ese verdor que me ayuda a centrarme. Un paraíso con grandes cascadas, así lo imaginaba. Escucho música a lo lejos, veo lámparas, instrumentos y muchas personas. Cada año espero con ansias este momento.

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¡Llegamos que emoción! Agarro mi mochila, para qué tanto peso, traje lo necesario, una cava, y un bolso de mano, con algunos implementos de uso personal. De nuevo ese niño, año tras año, es el que me recibe y sonríe a los visitantes, me agrada mucho, resalta entre tantos visitantes. Me sucede algo extraño, me da la sensación que solo yo lo puedo ver., eso me sorprende. Sube a los árboles, es muy ágil, y siempre está feliz. A lo lejos veo venir a nuestro guía, siempre tan atento, amable, no parece de este mundo; se siente puro, honrado, solidario y con gran disposición para servir.

Estos retiros siempre dejan un buen sabor. Aunque esta vez siento todo diferente, es como más bonito, veo los paisajes más claros, es como si fuera parte de ellos. _ ¡Buenas a todos!... Bienvenidos, ya me conocen tenemos varios años en estos paseos, algunos vuelven otros esperando su tiempo, no se alejen del grupo a buscar su compañero con el cual compartirán este largo camino, de ustedes dependerá, el éxito del viaje". De inmediato escuché mi nombre, pero fue la primera vez que lo escuche tan dulce. _"Lisbett, ¿quieres hacer equipo conmigo?" ¡Claro!, respondí. Era el infante que año tras año me recibía con tanto amor, en estos paseos. _Ven caminemos un rato amiguito, huele rico en este lugar.

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Respiro con más facilidad, ese sonido de las cascadas es único. _Amiga debo decirte algo, esta será la última vez que nos veamos _amigo el año pasado me dijiste lo mismo. No quiero despertar de este sueño. _Este año vine por ti amiga. Vamos a ese lugar, todo estará bien. _Doctor la paciente se nos va. _ Ella ya quiere partir...Vean su cara, está feliz. _Si vamos niño lindo a ese lugar donde nos dicen que ya no habrá tristezas, ni existirán malhechores que todo será un paraíso. _Quiero estar contigo allá. _Yo iré contigo, pero debo regresar, ya que soy el que veo el alma de las personas y su espíritu que deben ser como niño, para entrar en este paraíso.