La vida está llena de buenos momentos. Gracias a la inteligencia del hombre y de las diferentes tecnologías que van evolucionando, podemos dejar grabados esos momentos, en imágenes solidas o en cualquier dispositivo de almacenamiento, para luego, a través de los años, revivir aquellos instantes que fueron muy gratificantes.

Muchos de esos recuerdos los mostramos con placer, para que nuestros amigos y conocidos también disfruten de la alegría, se contagien con ella y todos seamos más felices. Aunque sea por un rato.

@lilianajimenez tuvo la idea de hacer un reto donde publiquemos todos estos momentos de alegría. Ella tomó el eslogan publicitario de la empresa Kodak, quienes invitaban a los consumidores a ensayar con sus cámaras a buscar los “momentos kodak” de sus vidas. Y bajo este eslogan todos vamos a participar semanalmente mostrando fotos, de situaciones especiales que vivimos en el pasado.

Hoy la protagonista es mi hija mayor Eileen, cuando tenía 2 años de edad recién cumplidos, octubre del 2014. Ella disfrutaba de una fiesta de un amiguito y vecinito llamado Víctor, quien cumplía un año de edad. Estaba la música a todo dar y mi hija bailaba, saltaba, corría y gritaba por toda la pista de baile, del local del festejo.

En un momento dado, rodó. Cayó de largo a largo en medio de la pista. Fue una caída brusca de esas que se echan los niños a esa edad y no les pasa nada. Su cara en primer instante mostró miedo, y susto, pero seguidamente cambió a una cara sonriente que disimulaba lo que había ocurrido. Lo que le falto fue decir “tranquilos que solo estoy bailando y este es un paso de baile especial”. Fue como aquellas mujeres que dicen primero muerta que sencilla.

Eileen se levantó muy risueña y siguió su rumba particular, no sin antes tomar yo la cámara y sacar esta imagen para que quedara en nuestro paquete de bellos recuerdos. Ahora la comparto con todos ustedes para que disfruten de una mujercita que sabe disimular una caída.