Me encontraba en Santa Ana, un pequeño pueblo del estado Falcón visitando a unos viejos amigos. Ellos se encontraban en ese lugar, ya que es su pueblo asignado para cursar "la rural", que es requisito para graduarse de médicos. Estuve allí dos días y una noche no muy grata, pero esa es otra historia que les contaré más adelante. Lo cierto del caso, es que compartí momentos agradables junto con los pueblerinos al participar en algunas sus actividades.

Una vez listo para regresarme a la Ciudad de Coro, mis amigos me sorprendieron diciéndome que me acompañarían a dicha ciudad, aprovechando que tenían que acudir a la misma, para entregar unas muestras. Apenas salimos del ambulatorio y luego de ordenar las maletas, mis amigos se propusieron llegar a Coro en cola… Cosa que veía difícil (por lo general me gusta irme por lo seguro), pero por ser mayoría, accedí y nos lanzamos a la aventura.

Antes de continuar, permítanme presentárselos:

- Lilibeth, futura miembro del Steemit, alias Lil o Diosa. Flaca, atenta, elocuente y amante del chorizo y el cerdo.

- Verónica, no muy convencida de formar parte del Steemit, alias Vero. Pequeña, amorosa y peligrosa. Le teme a la palabra ojito.

- Julio, que a pesar de no ser parte del Steemit ya es una Ballena, alias El goldo. Gordo, Glotón, solo piensa en comer.

(Solo es broma… pero si, básicamente esos son sus nombres y son unas personas increíbles y fenomenales que todos desearían tener como amigos)

Continuamos la travesía y partimos en la Misión: Llegar a Coro en Cola. El primer transporte a tomar fue una camioneta que nos dejó en la vía Coro-Pto.Fijo; trayecto en el cual cabe la pena recalcar, que me llevé un fuerte golpe en la cabeza con el vehículo rural y que obviamente nos cobró el traslado.

Una vez en la autopista, Julio y Vero eran los escogidos para sacar el dedo “pidiendo la cola”, ellos alegaban que portando los uniformes médicos (Kimonos) sería más fácil conseguir el aventón. Llegamos aproximadamente a la 12.30 m; y se hizo la 1pm y no habíamos conseguido transporte. A medida que transcurría el tiempo, nos desesperábamos cada vez más, y el hambre también comenzaba a hacer de las suyas... No fue sino hasta aproximadamente las 2 pm cuando un Bus decidió detenerse, y sin dudar nos montamos; aunque obviamente también nos cobró, pero no nos importó, tan solo queríamos llegar al destino.

Muertos de hambre llegamos a Coro, y decidimos entrar a un restaurant de pollo frito muy conocido de dicha ciudad. Al ver el menú y los altos costos, nos vimos obligados a ordenar 4 raciones de yuca frita, salsa y refresco... Quizás podrá sonar algo poco apetitoso, pero la verdad es que la yuca venía rellena de queso, a modo de tequeños, por así decirlo y estaba deliciosa; por otro lado también era super económica y venía en una buena proporción. Puedo decir que fue una gran inversión, y como dice el dicho: "Cuando hay hambre, no hay pan duro."

Luego de terminado el almuerzo nos fuimos por el postre a AdiXion Cupcake (que ya ustedes conocen el lugar de post anteriores) y después de varios ponquesitos, nos fuimos a descansar.

Llegada la noche, ya descansados; nos fuimos a conocer un lugar conocido como Solares, ubicado en la zona colonial de Coro.

Solares, es un sitio nocturno, que cuenta con gran cantidad de mini-locales, en su mayoría de estilo vintage; donde venden comida, tragos y postres; y en ocasiones se presenta talento en vivo y se disfruta de buena música. Es un sitio agradable, espacioso con muy buena decoración donde sin duda alguna se puede pasar un rato agradable.

Luego de recorrer varios lugares, nos quedamos con un atractivo y acogedor sitio llamado Bacoa, donde decidimos probar su variedad de tragos.

Su menú promocionaba las bebidas de un modo gracioso y luego de escogerlas por sus nombres llamativos (ya que somos poco conocedores del alcohol), fueron traídas a la mesa.

El mío fue este trago, "El Rasta", el cual lucía increíble, pero lastimosamente sabía asquerosísimo. Cuando lo trajeron a la mesa me dijeron que debía tomármelo de tal forma de absorber los 3 colores a la vez, pero creo que fracase en el intento y rápidamente se tornó de color verde. No lo recomiendo por nada.

El trago de Lil, se llamaba CandyCandy, y era una especie de tizana con licor. A mi parecer fue el más delicioso de todos.

Por su parte Julio pidió el Bacoa, una especialidad de la casa, el cual no estaba mal, pero no era el mejor.

Y los tórtolos enamorados pidieron una pecera de un trago llamado Fusion Mix que a mi parecer fue el segundo mejor.

Obviamente no podía faltar la cerveza típica venezolana y la respectiva foto grupal.

Definitivamente la pasamos muy bien, y con amigos como los míos no importa el lugar, si no el momento que juntos compartimos. Les agradezco su hospitalidad y compañía, fue un viaje genial.

Todas las fotos son propias, tomadas con un telefono Motorola Moto G4 play

Y a ustedes, Gracias por leerme... ¡Los leo pronto!