Stravaganza - Capítulo 24

in stravaganza •  6 years ago 

Capítulo 24

–Nunca seré capaz de recitar este poema en francés.- Estaba desesperada y completamente exhausta. Había transcurrido una semana de asesorías y Candy no notaba mejora alguna en sus habilidades académicas, únicamente eran sus deberes los que se habían incrementado. Se consolaba por el hecho de que las vacaciones decembrinas estaban muy, muy cerca. Y tanto alumnos, como profesores, parecían más interesados en que los días transcurrieran de prisa, que en el hecho de transmitir y asimilar conocimientos nuevos. Bastaba escuchar la forma en que la hermana Circe roncaba en esos momentos.

–No con tu marcado acento de chica de campo. – Terry estaba sentado, como lo hacía todas las noches, a su lado. Colocando su codo derecho sobre el escritorio, recargaba el rostro sobre su mano y lucía esa despampanante pero sumamente irritante sonrisa. Él había tenido mucho que ver con que la hermana Circe cayera en un profundo sueño. Terry llegó al salón acompañado de una botella de un fino (y poderoso) licor de jerez, tomado de la cava del castillo Grandchester. A la según copa, y con el cansancio acumulado de una semana interminable, la hermana Circe se hundió en un profundo y bastante sonoro sueño.

– ¿Qué tiene de malo mi acento campesino?

– Nada. Me encanta, es vibrante. – Esa capacidad suya de desviar cualquier tema hacia una poderosa insinuación.

– No es solo pronunciarlo, - trató de ignorar el rubor que subía a su rostro que le causaba la mirada intensa de Terry - nunca seré capaz de entenderlo.

–No se trata de entenderlo, - le arrancó la hoja de la mano - sino de sentirlo, interpretarlo. Si intentas traducir palabra por palabra de este poema, a un vocablo que conozcas, perderás gran parte de su esencia. Empecemos con algo sencillo – la hermana Circe roncaba – “Ces´t la vie”

–Bien… -Candy exhaló tratando de concentrar su mente- “Ces´t” es la contracción del verbo…

–No, no, no. Deja los libros de gramática por un momento. – Cerró el diccionario en el que Candy buscaba la traducción de la palabra - Siéntelo. El poema habla de una chica que ha sufrido infinidad de malas experiencias a lo largo de su vida, y tiene pocas posibilidades de encontrar un futuro más prometedor. Sabiendo todo esto, al final del texto comenta “Ces´t la vie”. ¿Qué quiere decir?

-Ces´t… - su cerebro trataba de hallar el significado de aquel poema, más allá de su traducción literal, como Terry le había sugerido- “Ser… ¿ser en la vida?”

-Esa traducción podría ser aceptable en otro contexto, pero recuerda, la chica ha vivido de todo, pero no se rinde
porque sabe que…

-Que… ¿qué así es la vida?

-“Así es la vida”, Pecas.

Partiendo desde esa perspectiva, el resto del poema se deslizó en su mente con mayor claridad. Era un poema en realidad hermoso, la protagonista decía que, a pesar de toda adversidad, ella estaba agradecida con la oportunidad de poder vivir un día más.

– ¿Por qué te esfuerzas tanto en parecer un patán, Terry? –Era una pregunta que llevaba mucho tiempo dando vuelvas por su mente- No puedo imaginar la cantidad de energía que gastas todos los días en ser tosco y agresivo con todos los que te rodean. ¿Por qué no permites que los demás conozcan cómo eres realmente?

–Tal vez porque nunca me había interesado que nadie me conociera como soy realmente, hasta que te conocí a ti.- Le sonrió- Y a Albert. Pero debes de reconocer que es muy apuesto y nadie puede resistirse al encanto de esos hermosos ojos azules.

– ¡Ja, ja, ja! – Sus descabelladas ocurrencias siempre la hacían reír, pero aquella honesta carcajada sacó de su pesado sueño a la hermana Circe.

–Candice, guarda silencio – ordenó la religiosa tratando de recuperar la compostura en su asiento- ¿qué hora, qué hora es?

-Hora de irnos, hermana Circe – contestó Terry – ha sido una clase muy provechosa, resolvió todas nuestras dudas. – Candy se esforzaba por contener la risa -. No se levante, hermana Circe – la religiosa tenía dificultades para sostener el equilibrio – ya ha hecho demasiado por nosotros esta semana. No se preocupe, yo acompañaré a Candy hasta el dormitorio de las chicas, prometo comportarme, será otro más de nuestros secretos.

El sonido de sus pasos resonaba a lo largo de los corredores de aquel viejo colegio, aparte de eso, absoluto silencio. Todos los estudiantes se encontraban durmiendo amparados en la tranquilidad de sus habitaciones. Candy no dejaba de pensar en que Terry podía estar haciendo lo mismo, o de fiesta si así lo prefería. Pero estaba ahí, con ella, por ella, solo para ella.

-Gracias, por todo. Sé que a ti no te hacen falta esas asesorías, eres tan listo como engreído – dicha observación le arrancó una sonrisa – y solo quería decirte que, aunque agradezco tu ayuda, no tienes que hacerlo más. Podrías encontrar por lo menos diez cosas mejores que hacer, que ayudar al caso perdido de este colegio.

-¡Oye! – La tomó por los hombros y la hizo girar – deberías ser menos dura contigo misma, y tratar de confiar un poco más en ti.

-¿Confiar en mí?

-Cuando sientas que nadie más confía en ti, tú única opción, es empezar a hacerlo tú. Te lo dice la voz de la experiencia.

-¿Por qué haces todo esto, Terry?

-Por la misma razón por la cual tú fuiste a mi recámara aquella terrible noche, cuando nadie, ni siquiera mi familia, se preocupaba por mi situación. Porque te amo. Sí, sí, sí, ya sé que me pediste no volver a mencionar el tema, y estoy comprometido a no hacerlo, porque el amor, cariño mío, se demuestra con hechos, no con palabras. Hemos llegado, sana y salva. Sueña conmigo, Pecas.

Terry dio la vuelta de inmediato y emprendió el camino hacia el dormitorio de los chicos. La luz de la luna dibujaba su silueta aumentada en las paredes del colegio, parecía un sueño, un sueño imposible de alcanzar –Si tan solo te hubiese conocido antes. – El pensamiento que no dejaba de atormentar la mente de Candy, fluyó en voz alta sin poderlo detener.

Terry giró. Se acercó con lentitud hasta ella mirándola de una forma intensa, profunda, y cargada de pasión.

–Ces´t la vie, - con delicadeza tomó su mano, colocando un tierno beso -mon chéri.

Esa noche, como todas las noches, soñó con él.

“Si tan solo lo hubiera conocido antes”. Fue su primer pensamiento al despertar y el que no dejó de atormentarla durante el desayuno. Patty y Annie insistieron hasta el cansancio preguntándole qué le ocurría y si podían ayudarla en algo. Ellas no podían ayudarla, porque ni siquiera podía contarles al respecto. ¿Qué pensarían sus amigas de ella? ¿Las únicas chicas del colegio que no creían que ella era una ladrona y arribista social, como el resto que hacían caso a las mentiras de Eliza, cuando les contara que teniendo novio, un magnífico novio según la opinión de ambas, se había enamorado del chico con peor reputación de todo el colegio? ¿Que lo había refugiado en su cuarto, besado y ahora se veía con él en citas clandestinas disfrazadas de deberes académicos, todas las noches? Seguramente lo peor.

“Estoy cansada de pasarme día y noche entre salones de clases y la oficina de la hermana Gray, iré a caminar por los jardines para tratar de distraerme”, como era de esperarse, sus amigas se ofrecieron a acompañarla, pero Candy intentó desanimarlas diciéndoles que lo más probable era que en cuanto encontrara un prado lo suficientemente alejado, se quedara dormida sobre la suave hierba del lugar.

Necesitaba estar sola, necesitaba pensar.

-¡Espera, Candy! – Patty parecía no querer darse por vencida.

-En verdad, Patty, no tengo nada.

-Eso nos quedó claro, Candy, eso y que quieres estar sola – aclaró Patty un tanto dolida- pero necesito tu ayuda, estoy desesperada. Annie me ha dicho que tienes un amigo que trabaja en el zoológico de la ciudad, ¿es correcto?

-Así, es, se llama Albert. ¿Pero por qué te interesa?

-Es July – y comenzó a llorar. Quien quiera que fuera July parecía estar en una grave situación que hacía llorar a Patty de forma desgarradora.

-¡Santo Dios, Patty, no me asustes! ¿Quién es July?

-Su tortuga – agregó Annie mientras ahogaba en su hombro el llanto de su amiga – obviamente las mascotas no están permitidas en el colegio, pero Patty la ha mantenido escondida en nuestra habitación. El problema es que desde hace un par de días, July ha estado muy extraña. No come y casi no quiere caminar. Patty está muy preocupada y bueno, yo me atreví a contarle de Albert sugiriendo que tal vez él podría ayudarla.

-¡Por supuesto que sí! Albert es la persona más dulce y solidaria que conozco, además, tiene un amor inmenso por los animales y dedica su vida a cuidarlos. Estoy segura de que el curará a July de lo que sea que esté sufriendo.

-¿Podrías llevársela mañana mismo, Candy? Claro, si eso no te causa algún problema, pero no creo que July pueda estar así por mucho tiempo más.

-¡Desde luego, se la llevaré a primera hora! Pensándolo bien, ¿por qué no me acompañan?

-¿Acompañarte? – preguntaron sorprendidas.

-¡Por supuesto! Así quedarás más tranquila Patty, medítenlo un rato y me avisan que decidieron. Las veré más tarde.

Vería a Albert. Su guía y consejos siempre la ayudaban a encontrar la salida a cualquier problema. Probablemente Anthony se molestara otra vez, si le contaba que iría a verlo, pero confiaba en poder convencer a las chicas para que la acompañaran. “¿Molestarse más que si se enterara que ves a Terry todas las noches?” ni siquiera quería imaginarse su reacción.

Terry… no podía negar que cada vez disfrutaba más su presencia, se sinceraba mientras caminaba con dirección a la segunda colina de Pony. La forma dulce de sus ojos, su voz tan masculina, la forma tan divina de sonreírle, una sonrisa que era solo para ella, que nadie más en ese lugar conocía. Las muchas ocasiones en que lo había descubierto observándola en silencio, cuando ella estaba concentrada tratando de resolver algún ejercicio académico. Como si estuviera bajo el efecto de un poderoso hechizo.

“Si tan solo lo hubiera conocido antes”, expresó en voz alta dejándose caer en el suelo. “Pero no lo conociste antes, lo conociste ahora, ¿qué vas a hacer respecto a eso?” El debate interno continuaba, “¿simplemente dejaras pasar la oportunidad?”, “¿oportunidad? ¿Oportunidad de qué?”, “¡de amar!” “¡Pero yo amo a Anthony!”

¿Todavía lo amaba?, “¡Claro que sí!”, de otra forma no se sentiría terriblemente culpable por tener sentimientos hacia Terry. Pero no era solo Anthony lo que le preocupaba. También estaban Stear y Archie. Archie le había confesado haber estado enamorado de ella, y según sus palabras, su hermano igual. Pero habían respetado, y apoyado la decisión de Candy de entregar su corazón a Anthony, porque ellos adoraban a su primo, y sabían perfectamente que Anthony la respetaría y trataría con amor y decoro, y de no ser así, ellos estarían ahí para aconsejarlo y ayudarlo a componer las cosas.

Pero con Terry, su opinión sería muy, muy diferente.

“Eres mucho más lista que eso”. No se trata de ser lista o tonta, Archie, al amor no le importa el intelecto.

Sabía, que si algún día, aunque las posibilidades eran mínimas, ella llegase a reconocer que se había enamorado de Terry, la reacción de Anthony sería furiosa, violenta. Nunca volvería a dirigirle la palabra en vida, la odiaría, y eso a ella le dolería en el alma.

Pero Stear y Archie, sentirían decepción por sus actos. Y aquello era algo que estaba segura, no podría soportar.

Se botó sobre el pasto y cubrió su rostro con ambas manos, sintiéndose abatida. No había forma, por más que se había esforzado en buscarla, no había forma alguna de salir bien librada de todo eso. Terry, y todo lo que sentía por él, quedarían ocultos para siempre en el rincón más profundo de su alma. Borraría ese episodio de su vida y trataría a toda costa de convencerse de que todo lo vivido, aquella noche, aquella confesión, aquel beso furtivo, había sido un sueño.
Un sueño, sí, sonaba tangible. Un sueño prohibido, hermoso y adictivo. Un sueño que se repetía noche tras noche, un sueño que había dejado recuerdos imposibles de borrar, sensaciones, caricias, deseo de más. Un sueño que….

-Te encontré – su voz la hizo saltar.

-¡Anthony!

-Sé justo lo que estás pensando, Candy.

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Anthony se habrá dado cuenta?? 😱 pobre Candy, con el corazón dividido!! En su lugar, estaría igual o peor!! 😭 ... la historia está cada vez más emocionante!! Muchas gracias Kamy!! 😘

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Gracias Karen me da muchísimo gusto tenerte por aquí 😍

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