Seguro que si, como a mí, te gusta enterarte de cosas y hacerte el sabihondo, y además, has intentado alcanzar la iluminación, ya sea a través de libros de superación personal, psicología y filosofía, el estoicismo es un concepto que debe serte familiar.
Sin embargo, es muy probable que si, como yo, intentaste adaptarlo como doctrina para tu vida en algún período de depresión, o cualquier momento "bajo" de tu vida, hayas fallado miserablemente al darte cuenta de que no es tan fácil controlar las emociones al 100%.
Entonces ¿Cómo es que la doctrina filosófica que conjuga en un sólo concepto tan sencillo y a la vez tan poderoso, todos los consejos de libros baratos de auto ayuda y psicología, es tan difícil de poner el práctica?
Simple: porque si fallaste, quiere decir que no la pusiste en práctica verdaderamente. Igual que yo.
Es muy fácil: se cree erróneamente que el estoicismo es el arte de encontrar lo positivo en todo lo negativo (cosa que es cierta en algún punto). El controlar las emociones para no dejar que te dominen, y que por lo tanto, al estar en control de tus emociones, no vas a caer en depresión, ni volverás a estar verdaderamente triste, porque ahora sabes cómo manejarlo todo. Esto es totalmente falso.
El estoicismo es la total aceptación de la vida como es; entender que los sucesos son neutros por sí mismos y que tú les otorgas el valor que merecen. Lo mismo sucede con nuestras malas emociones, culpas, preocupaciones, etc. Nosotros mismos les damos el valor que creemos que merecen. Pero aquí hay una pequeña trampa: muchas veces aunque queramos no darle valor a uno de esos sucesos neutros, y no podemos controlar nuestras emociones, nos culpamos y sentimos que no estamos hechos para tener siempre una buena actitud, y esto genera más culpa y más frustración. Es aquí donde la verdadera práctica del estoicismo entra en juego. Aceptar esas emociones como parte de que eres humano, que estás vivo y que tienes emociones, que hay cosas que te importan, y que entiendes tu tamaño respecto al universo. Es darte tu momento para tener esa mala emoción. Aceptar tus quiebres emocionales como escarmientos para mejorar.
La verdad es que la vida no da frutos sin algo de sufrimiento. El estoicismo no está ideado para que quien lo practique deje de sufrir, sino para entender que el sufrimiento es natural y que, en realidad, es lo que más nos motiva a hacer verdaderos cambios en nuestra vida.
El miedo, la incertidumbre, la culpa, la desesperación, etc. Entendidas como enseñanzas, pueden llevar a los más importantes y mejores cambios de nuestra vida. Muchas veces son resultado de que estamos saliendo de nuestra zona de confort, y es bueno.
Así que de eso se trata. De entendernos a nosotros mismos. Vivir nuestras emociones plenamente, y no culparnos por ellas. La vida es lo que está pasando en éste momento mientras lees esto.
Sal de tu zona de confort. Sufre, ten miedo, se valiente, llora, enójate, disfruta, ríe, agústiate, resuelve los problemas, ten nuevos. La vida es eso. Es como una película que contiene todos los géneros. Sé tan sabio como puedas ser.