Y es que mi esposo quien ya se había planificado para salir a las 6:30 am, para concretar la venta de la batería de nuestro carro (mi corazón llora) que está parado por causa de algo que considero una estafa, el asunto es que ya nuestro carro ameritaba hacerle el motor y con mucho esfuerzo reunimos el dinero para hacerlo, pero “nos salió un negocio” de comprar otro motor que ya estaba hecho, ósea que estaba solo de montarse al carro y ya. El mecánico aparentemente era responsable y de buena procedencia, así que hicimos negocio.

Pero resulta diario, que como dicen, “el mundo es tan pequeño” otro amigo de mi esposo fue a ver el motor y entre una conversación y otra, se dieron cuenta que ese motor efectivamente lo habían rectificado, ¡pero tenía un detalle! Y es que lo vendieron porque al antiguo dueño (a quien también conocían) se le había prendido el carro y ya ese motor había perdido fuerza de vida por el daño ocasionado. En fin, que mi esposo con esta nueva información, se aventura a destapar el motor por completo, ya que hace varios años también trabajó como ayudante de mecánica donde adquirió experiencia y ¿Qué crees? Ciertamente ese motor evidenciaba el daño que había sufrido, por lo que nada íbamos hacer montándoselo. Así que tuvimos que tomar la decisión de salir definitivamente del carro o al menos que Dios nos provea los recursos para poder arreglarlo nuevamente.

MORALEJA: "Nunca confíes plenamente solo en las palabras, verifica a través de hechos"