¡Aghh! Supongo que sí estaba dormido, que bueno que la alarma me despertó porque no quería que mi mente me quemara con el cautín imaginario, olvidaré todo el asunto y me fijaré en el ahora, hora de ir al taller.

Me llevo conmigo el radiecito todo desarmado de ayer, junto con el estaño, el cautín, la cámara y otras cosas más, también me llevo el ratón que reparé ayer porque hoy lo entregaré.

Me pongo a sacar los pulsadores de un viejo DVD chino, un DVD es un aparato que lee discos CD y se conecta del televisor, pero ¿quién quiere en esta época esos aparatos cuando uno tiene el Internet para bajar todas las canciones que quiera en su computadora de 1000 tiquitiquibytes de espacio libre?, y reproducirlas en 3D con 20K ultra definition, y escucharlas en el carro volador cubierto con jugo de diamantes mientras bebemos refresco con wi-fi. Pues yo sí lo quiero, lástima que no se le encontró reparación.

Entonces, mi papá se va y empieza a llover. Sigue lloviendo sin parar, cada vez más fuerte y más rápido. Llega corriendo junto a su nieto el profesor Luís Tovar, ellos habían pasado hace rato porque iban a hacer unas diligencias, el profe dijo que venían por mi casa cuando les agarró la lluvia, por lo menos llegaron al taller, así que todo bien. La lluvia sigue aumentando y se van anegando las calles, no deja de llover, mas bien aumenta, el profesor Luís Tovar dice que se irá porque tiene que hacer otras cosas, así que aprovecha que en un momento la lluvia baja su intensidad como si se hubiera quedado dormida, y se va... se va... se fue el profe con su nieto.

No ha dejado de llover, apenas se fueron el profe y su nieto, la lluvia aumentó más y más, las calles se están llenando de agua, cada vez más y más, todo se iba anegando hasta que se volvió un río, así es, un río.

Me empezó a dar hambre y quise ir a la casa, así que salí del taller y me iba mojando poco a poco, me puse a recorrer la laguna para ver hasta donde llegaba, cuando vi, terminaba donde la calle se dividía en dos, por el otro lado estaba demasiado lejos, estaba encerrado. Así que decidí volver al taller y quedarme contemplando la lluvia porque mis intentos de reparar el radiecito fueron un fracaso.

Cuando tocó volver a la casa, me tocó pasar por el río y la corriente casi me lleva, (no, mentira) pero me llegó como tres centímetros arriba de los tobillos, razón por la cual llegué derechito al baño para lavarme los pies con agua y jabón. Si surge la pregunta de porqué pasé por la inundación y no la rodeé, la respuesta es que porque cargaba un cuatro reparado y la cámara y si se mojaban completamente con la lluvia, ni me quiero imaginar como sería, de verdad que esa inundación estuvo bastante impresionante, hubo un momento en el que un señor que andaba en moto se le apagó por el agua o no sé por qué, otro andaba con las piernas tan levantadas que pareciera que estaba acostado y manejando con los pies para no mojarlos, hasta estuvo por un buen rato un señor que le preguntaba a todos si habían visto flotando por ahí una correa de carro, (estoy recordándome allá y me siento los pies frescos y fríos como si los acabara de sacar de una piscina).

En la noche, mi tío me pidió que le hiciera una reparación con un poco de estaño, era la linterna de el casco que usan para hacer los delívery en Panchitas Burgers y para otras cosas más. La falla era que se le había despegado una patica de metal donde iba la pila, por eso no hacía contacto.

Así que empecé a trabajar, puse a calentar el cautín y buscar el estaño mientras pienso como soluciono. Voy al otro cuarto y busco el viejo control del televisor, mi plan es tomar un resorte de la parte donde se ponen las pilas para soldarlo en la linterna, pero el universo tiene otros planes porque escondió el control y todos los aparatos dañados que usan este resorte.

Otra idea, voy a ponerle un punto de estaño lo suficientemente grande para que haga contacto con la pila, así que derrito estaño y cae en la mesa, derrito un poco más y cae en la pila, ahora lo acomodo con el cautín para asegurarme de que quede bien soldado, porque muchas veces me pasa que cae el punto de estaño, solo está puesto y no soldado, medio lo muevo y se me cae... Siento que es muy poco estaño, así que le echo y sueldo un poco más, pero aún falta así que le sueldo aún más, ahora sí que quedó perfecto, lo pruebo (funciona) y después le tomo fotos.

En la noche, estaba ayudando a mi abuelo a solucionar un problema en la conexión de agua para su cuarto, eso es en el pasillo, allí todo está oscuro y húmedo, razón por la cual busco una linterna para alumbrar la situación. Cuando estoy a punto de entrar, mi abuelo me dice que hará una prueba rápida, entonces me quedo alumbrando el pasillo, en ese momento, veo una araña gigante (arañota) y me quedo impactado por su gran tamaño y porque sino hubiera sido por mi abuelo me habría llevado tremendo susto. Te comento que le tengo mucho miedo a estas bestias por su gran tamaño y su velocidad, lo peor de todo es que me he dado cuenta de que al parecer este año tendremos el doble de arañotas de las que tuvimos el año pasado. Al menos el problema del agua se soluciono solo, pero mejor me voy corriendo a mi cuarto abajo de mi cama sin despedirme a esperar a que se extingan esas venenosas bestias.