Querido Diario...

Hoy me levanté como siempre, un poco temprano para aprovechar el día, esta vez estaba pensando en ir al taller a continuar con el proyecto "radiecito, estaba muy emocionado porque iba pensando en los resultados que este iba a tener, pero el universo tenía otros planes...

¡DAVIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIID!

¡Conciencia! no tienes que gritar, estoy aquí.

Perdón, es que no te había visto.

¿Qué pasa?

Necesito que me ayudes con un problema

¿Qué problema?

¡No hay tiempo de explicar, es urgente!

Ok.

Busca en Internet, "Constitución de la República Bolivariana de Venezuela".

Ok.

Lee el índice.

¿Por qué?

Solo hazlo.

No hay índice.

Entonces busca un capítulo que hable sobre los derechos de las conciencias, pero solo los derechos, no los deberes. No quiero saber sobre mis deberes.

¿Para qué tanta investigación?

Necesito saber algo.

No creo que algún capítulo de la constitución hable sobre las conciencias ¿por qué quieres buscar eso?

Es que quería saber si podía tener un nombre, para que busques una foto de la constitucional y me imagines allá para firmar un acta que me deje tener uno.

Conciencia, tu no puedes tener un nombre.

Ah, que lástima, me imaginaba que podía tener uno, y que comparemos nombres para ver cual es mas largo, cual es mas corto, cual tiene más vocales, y jugar guerras de nombres. Quizá hasta pudiéramos intercambiar nombres entre sí.

Pareces un niño de preescolar.

Las arepas montadas

No sé por qué le tienes temor a las cocinas.

Es que siento que me voy a quemar.

Te entiendo, pero, creo que el miedo a quemarte así es tonto porque manejas bastante la electrónica en la parte de usar el cautín. Es más probable que te quemes con el cautín a que te quemes con una cocina.

No concuerdo contigo conciencia.

Daviel emocionado cuando le doy la computadora

¿No vas a mencionar que tus padres no pudieron publicar?

¿De qué hablas?

Por tu lentitud en la escritura retrasaste sus trabajos.

Nos vemos después conciencia, tengo que ir a disculparme.