El profesor Langdon, que se supone que salvará al mundo una vez más, es también el tema aquí, como ya en sus otros dos libros "Sakrileg" e "Illuminati".
La primera novela de Dan Brown publicada en Alemania se convirtió rápidamente en una de las más vendidas. Con su libro El Código Da Vinci, publicado en 35 países, se convirtió en uno de los escritores más exitosos de todos los tiempos. Dan Brown está casado y vive en New Hampshire con su esposa Blythe Newlon, una historiadora del arte.
Personalmente soy un gran fan de Dan Browm, así que leí su thriller "The Lost Symbol" con gran placer. Ok uno puede estar bastante dividido, no desgarrado por sus críticos, pero sin embargo ellos critican su a veces un poco de madera en este libro, que yo no me sentía así en absoluto. No estuvo mal que escribieran, pero no alcanzó el nivel de sus libros "Sakrileg" e "Illuminati". Pues bien, los críticos, si no criticaban nada, habían perdido su razón de ser.
Después de las acusaciones de la Iglesia Católica contra el Código/Sacrilegio Da Vinci y ahora también contra el símbolo perdido, uno se pregunta qué quiere decirnos el autor. En este símbolo perdido Dan Brown no muestra mucha simpatía por la fe cristiana. Porque ya al principio del libro sus alumnos caen en una trampa.
Eres miembro de una secta
Langdon asintió y bajó la voz a un susurro de conspiración.
No se lo digas a nadie, pero en el día pagano del dios sol Ra me arrodillo ante un viejo instrumento de tortura y consumo símbolos rituales de sangre y carne.
Los estudiantes parecían asustados.
Langdon se encogió de hombros. Y si alguno de ustedes quiere hacer lo mismo, venga a la Capilla de Harvard el domingo, arrodíllese ante el crucifijo y reciba la Sagrada Comunión.
Sin embargo, sin ninguna reflexión, se comportó con los francmasones, cuya filosofía e ideología describió con total neutralidad. No pueden ser malvados si los padres fundadores de los EE.UU. mismos (George Washington, Benjamin Franklin, etc.) fueron miembros de sus logias.
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