Fugitivos.

-¡Más de prisa!- Rugía mi hermano mayor a cada paso que daba. Mi vista era nublosa, era poco decir que mi pecho ardía. Y más allá de ser por la intensa actividad física que ejercía mi cuerpo para poder salir de aquel abismo que empezaba avecinarse de la nada. Era por el dolor, la decepción, confusión y sobre todo furia que había provocado el hombre que irónicamente debería ser el encargado de mantenernos alejados y protegidos de todo aquello. Mi padre. El era él responsable de ahora ser... ¿Fugitivos?