Hay un sin fin de razones y motivaciones por las cuales puede afirmarse que la presencialidad en el trabajo es ates que buena, sin decir, que no lo sea, una normalidad de la que venimos haciéndonos nuestra:
O sea, cualquier actividad a larga distancia escapa de nuestra percepción más inmediata y genera una búsqueda de expandir nuestros propios límites de la intersubjetividad y de lo meramente corporal.
Así si uno busca los objetivos y la naturaleza del trabajo, él nos viene desde el origen mismo como orat et laborat si se desea en si dinámica medieval para el vivir de los monjes de los primeros siglos del cristianismo.
Una actividad que marca la vida y la forma de equilibrar las actividades no manuales a dichas faenas más antiguas y con un arraigo muchísimo mayor y que se hizo en toda la humanidad previa a estos sucesos.
De ser una doble dimensión si que quiere en planos de la realidad diferentes, el trabajo nació con la praxis del homo faber, y del sapiens que se empodera para llegar a ser un dominador y conquistador manual y del pulgar en adelante.
Incluso teniendo una especulación mítica a ello en diferentes tradiciones como regalo de los mismos dioses pero por apoyo de unos frente a los seres humanos.
El laborat que venimos realizando hasta hoy, y es un comunnitas desde lo societas.
✅ Se da para generar camaradería y conectar personalmente. Así, como actividades que sirvan para cohesionar las culturas que se dan dentro de la empresa u organización.
✅ Para ciertas actividades, que siendo de ciertos tipos de trabajo donde el contacto interpersonal agiliza la toma de decisiones y hace fluir la inspiración creativa. Puesto que no somos todos iguales para ser meramente receptáculos visuales ni el lenguaje verbal es el principal de los lenguajes.
✅ Para ciertas personas que no cuentan con las posibilidades de trabajar en casa. Y momentos donde sea necesario separar trabajo y casa. No solo como espacio físico sino como realidades totalmente independientes.
🧐 Para todo lo anterior NO es necesario ir de forma obligada a una oficina física todos o algunos días. Muchos de estos temas se pueden lograr en otros espacios distintos a una oficina o, en su defecto, generando encuentros puntuales en la oficina pero no estableciendo una regla general de asistencia diaria obligatoria como en tiempos pre pandémicos (excluyo de este listado aquellos trabajos donde la asistencia presencial es imprescindible como el caso de operarios de maquinas o similares).
💭 Sigo pensando que la oficina física debe ser un espacio que esté a disposición del equipo para cuando éste lo necesite o para situaciones puntuales donde sea muy necesario reunirse, por lo demás, larga vida a lo remoto.
Muchas gracias y espero volver a continuar en esas discusiones.
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