Allí estuvimos cuidando el equipaje de los compañeros mientras parte del grupo seguía buscando opciones para continuar, así estuvimos por unas tres o cuatro horas aproximadamente, en algún momento una patrulla de policía se paró junto a donde estábamos, en ese momento nos comentaron lo peligroso que el pueblito puede resultar así que la idea era darnos un poco más de seguridad, al ver que pasaba el tiempo y aún no resolvíamos una manera de continuar el viaje nos propusieron quedarnos en las instalaciones de una línea de buses que estaba allí cerca, recién habían confirmado que había oportunidad de viajar tanto a medianoche como a tempranas horas de la mañana y en efecto, algunas de las personas de nuestro grupo se acercaron y confirmaron lo que la oficial nos decía, sin embargo a una parte del grupo la opción no le pareció atractiva y en mi caso junto al de mis compañeros Jesús, José y Genaro estábamos esperando la mejor decisión colectiva, la oficial sin embargo seguía dándonos opciones, la idea era que no pasáramos la noche en la calle, ojo todas las opciones eran centros comunitarios, hubo una que era la estación de bomberos y como ya señalé, las instalaciones de la línea de buses.
Parte del grupo tomó unos taxis con destino a quien sabe dónde, otra parte tomó las opciones que la oficial ofrecía y la parte del grupo en la que decidimos confiar decidió por las altas horas de la noche pagar un hotel en el que entre todos nos acomodaríamos en pocas habitaciones, descansar y continuar la búsqueda al día siguiente. Al hotel nos fuimos mis compañeros de viaje, JGJ (Jesús, Genaro y José) con quienes compartí una habitación y otros quince más, así en una noche el pequeño sitio que uno de los líderes del grupo consiguió nos cedió unas pocas habitaciones así fuéramos muchos para cada espacio pero igual en la división de gastos terminamos ganando, o más bien… pudo ser peor. Ya con hospedaje nos tomamos el resto de la noche con calma, salimos todo el grupo a caminar el pueblo pese a las advertencias (estamos totalmente convencidos de que definitivamente Tumbes no puede ser más peligroso que muchos de los lugares de donde veníamos cada uno de nosotros) y así nos encontramos aún con un pueblo con vida nocturna, peluquerías abiertas, restaurantes entre otros locales con cierta cantidad de personas dándole vida, esa noche cenamos unas hamburguesas (las que comimos en Colombia seguían siendo las mejores) y luego al departamento para echarnos un menos incómodo rato de sueño.
Plaza de Armas de Tumbes
Ya en la mañana y por si acaso me puse en contacto con un amigo de infancia que meses atrás se había instalado en Lima con un plan y le estaba yendo bien, aproveché luego de dar un breve paseo por las zonas que caminamos durante la noche, después de todo y hasta donde la oscuridad me permitió ver el sitio tenía buena pinta con sus memorias históricas/culturales en la plaza de armas a través de sus esculturas y pinturas exhibiendo así las raíces de la población. Probablemente Perú fue el sitio donde más gasté probando su comida, allí en Tumbes además de unas cuantas bebidas gaseosas cuyo sabor sentí curiosidad por probar, también comí ceviche en la calle y alguna que otra cosita que no recuerdo, considerando el sueldo mínimo mientras observaba el valor del calzado, teléfonos celulares y la misma comida volví a sentir ese choque entre la economía de la que estaba escapando y la economía que estaba visitando. Luego de una hora caminando relajado y conociendo lo poco que el tiempo en teoría me permitía decido volver al hotel para saber de mis compañeros.
Obra en honor al guerrero Chilimasa, encuentro de dos mudos
Ya varios desde temprano salieron a ver las opciones disponibles para continuar el viaje, y opciones ahora sí que habían, la mayoría para horas de la tarde, finalmente uno de los líderes del grupo dio en el clavo con la que para mi de todo el recorrido fue el mejor servicio de bus que usé y eso ¡¡¡POR MUUUUCHOOOO!!! ITSA BUS
¿Qué nos ofreció Itsa bus?
- Comidas + postres + snacks
- Películas
- Servicio de ventas directo a nuestros asientos
- Viaje directo hasta Lima
- Wifi y cargadores usb en cada asiento
Bien, quizás poniéndolo en la letras no suene a mucho, pero la atención y los pequeños detalles junto al precio en comparación con lo vívido hasta ese momento y la oferta que las otras compañías nos proponían nos hizo ver que esa fue la mejor elección.
En fin, todo compramos, preparamos nuestro equipaje, abordamos el moto-car y directo hasta las instalaciones de Itsa, por allí cerca también a un precio bastante bajo JGJ y yo almorzamos, ¡MUCHO! Pero esa foto sí se las debo. Y a la hora indicada ya estábamos partiendo hacia nuestro próximo destino.
En algún momento Eneuri y Génesis se comunicaron conmigo, ellas también estaban en Perú pero tuvieron que continuar su viaje con otra compañía, era probable que nos viéramos en Lima pero ante la poca comunicación que conseguíamos solo podíamos cruzar los dedos deseando encontrarnos con nuestra compañeras de viaje. El viaje continuó sin nada en particular a lo que hacer referencia. Los tiempos fueron exactos, el servicio fue de muy buena calidad, me pude comunicar con mi amigo de infancia y estábamos planeando encontrarnos para que de ser necesario me diera techo por una noche, peeeero las cosas no salieron como las planeaba. El viaje terminó en Lima en el terminal cercano al estadio nacional, por lo tanto estaba un poco alejado de mi amigo y para encontrarnos debía pagar un taxi lo que me pudiera ajustar un poco el presupuesto, el asunto es que debía actuar y rápido.
José y Genaro tenían como destino final Lima, así que nos despedimos, Jesús y yo continuaríamos hasta Santiago y ante las inseguridades e indecisiones de mi compañero (cosa que venía notando durante diferentes momentos del viaje) tuve que actuar de una vez, dejé el equipaje con él y corrí unas cuantas cuadras buscando una línea que nos llevará a través de Perú hasta la frontera con Chile, pero todas tenían los boletos vendidos, algunas tenían opción para la noche y la mayoría para el día siguiente, así preguntando de un lugar a otro llegué a un terminal en donde se encontraba una de las líneas que desde que comencé a planificar el viaje la tenía vista para terminar mi trayecto pues comprendía su ruta desde Lima directo hasta Santiago, Andesmar, peeero, no tenían disponibilidad por un par de días aproximadamente, el asunto es que escuchó a una chica pegar un desgarrador grito en forma de mi diminutivo, no pude evitar voltear cuando me doy cuenta que una bella chica se acercaba a mi casi en llanto por alegría o quien sabe qué… era la loquita de Eneuri ^o^
Eneuri y Génesis estaban allí, había comprado con una popular línea llamada Civa, pero yaaaa no quedaban boletos así que lamentablemente no podríamos viajar juntos. Igual a las chicas aún les quedaban unas horas de espera, así fue que explicándole la situación fui a buscar a Jesús y lo llevé al terminal donde estuvimos un rato compartiendo con ellas y poniéndonos al día sobre lo sucedido en la experiencia de cada quien…
¿Qué pasó con las chicas?
Bueno, las cosas solo se pusieron más pesadas para ellas desde que nos despedimos en Rumichaca. Eneuri y Génesis nos comentan que en efecto esa primera noche en Ecuador les dieron hospedaje en un hotel bastante decente, tomaron un baño y descansaron un poco, en horas de la madrugada reinició su viaje y al menos hasta Guayaquil todo estuvo bastante bien. El plan en la ciudad ecuatoriana era similar, hospedaje de una noche, comida y continuar… mmm… nada que ver… a fin de cuentas no hubo ningún hospedaje, la guía se desentendió del grupo, la opción de ducha era un vacío terminal de la ciudad, sin comida y con la incertidumbre de cómo seguiría pues aunque llegaron empezando la noche con la promesa de que en la madrugada continuarían el trayecto lo cierto fue que el retraso del próximo bus fue bastante largo y no les daban una respuesta concreta sobre la hora o condiciones del siguiente paso en su travesía. El grupo con el que ella continuaba era chico, solo entre ellas había confianza, el resto pues en lugar de ayudarse tomaron su propio rumbo, no había ese intento de unidad, caso contrario al que viví con la gente con la que viajamos, creo recordar de unos pocos que estaban pendientes de ellas, pero sumándolas quizás eran unas cinco personas, en fin, pasaron frío, malos ratos, hombres con dudosas intensiones hacia ellas qué aunque de pronto no eran unos MUJERONES, ambas tienen su atractivo. Finalmente llegó el bus en algún momento avanzada la noche o la madrugada y cruzaron llegaron a Perú temprano en la mañana. No recuerdo hasta qué ciudad llegaron pero igualmente el servicio que pagaron con JMJM solo empeoraba y antes de repetir condiciones similares a las del día anterior, que era lo que parecía sucedería nuevamente decidieron pagar con la gente de CIVA hasta Lima muy a pesar de que habían pagado desde Cucuta hasta Lima, e igualmente con CIVA continuarían hasta Santiago (creo que hasta Santiago).
Necesitaba cambiar mis dólares a soles y me dan directrices sobre una pequeña sucursal de Western Union, ya estaba resignado a esperar un día en el terminal si no podía llegar a donde mi amigo de infancia, pero camino hacia el WU escucho otra voz que grita mi nombre en su diminutivo. Esta vez era la voz de un hombre, al voltear me doy cuenta que un flaco alto me hace señas vestido de mesonero, era Marcelino, un viejo colega con quien tuve la oportunidad de trabajar unos cuantos años atrás en la cadena de restaurantes Bonsai Sushi, además de mi entrenador para la época fue un gran amigo dentro de un excelente grupo de compañeros de trabajo que igualmente se convirtieron en queridos y extrañados amigos míos. La confianza me permitió pedirle techo (un poco en broma, mucho en serio), le cuento brevemente lo de mi viaje y la situación con la que me encuentro en ese día y sin dudarlo me dice que me recibe en casa, él vive a unas pocas cuadras de su trabajo y pues simplemente no había problemas, además me dijo que el WU estaba más cerca de lo que creía, de hecho ya me había pasado, así, luego de que me indicara donde cambiar los dólares volví al terminal y conté a mis amigos la gran suerte con la que corrí.
Luego de aprovechar el ahorro que nos daría el encuentro con Marcelino comí en la calle (no me gustó la chicha morada), busqué a Génesis y a Eneuri quienes también se antojaron de comer (creo que no había conocido mujer más tragona que Ene jejejeje), les presenté a todos a Marcelino. Acompañamos a las muchachas hasta su partida y así con un fuerte y caluroso abrazo nos dijimos “Adios” y luego a esperar a Marcelino para que saliera del trabajo a eso de las 11pm aproximadamente, así, luego de salir del restaurante cruzamos las calles de Lima y llegamos en unos pocos minutos al departamento en el que vive, allí me comuniqué con todos los que debía comunicarme, igualmente Jesús, y a descansar con el estómago lleno y total comodidad (por cierto, ya había comprado los pasajes para el día siguiente).
Al día siguiente no había mucho que contar, caminé unas pocas cuadras en los alrededores del departamento de Marcelino, veía que las condiciones de vida que ofrecía la capital peruana lucían muy atractivas, e incluso se me cruzó la idea de quedarme allí por un tiempo trabajando de lo que saliera y de allí continuar a Chile, pero claro, también que una viene de una situación económica y social tan complicada que cualquier oportunidad medianamente mejor se ve muy atractiva. Regresé al apartamento, comimos, recogimos nuestras cosas y nos fuimos al terminal, finalmente me despedí totalmente agradecido con la vida, Dios, todo aquel que haya metido su mano para que las cosas salieran como venían saliendo y siguieran saliendo así, y por supuesto, agradecido con el buen Marcelino que simplemente dijo: “vente, no hay peo, la pasas en casa que vivo a tres cuadras”.
Llegó la hora del viaje, adiós Lima, me hubiera encantado poder ver a mi viejo amigo Tadeo y a una vieja y querida amiga, prácticamente primer amor, María José, pero con ella sí que no me pude comunicar, después de todo las cosas salieron excelentes y el viaje debe continuar.
Gastos de transporte:
Moto-car (Hotel-Terminal Ittsa Bus): ¿?¿? No recuerdo
ITTSA Bus (Tumbes-Lima): 130 soles
Civa (Lima-Tacna): 130 soles
Gastos adicionales:
Habitación en el hotel: 40 soles (entre 4)
Hamburguesas y Refrescos en un restaurante de Tumbes: 38soles (entre 4)
Ceviche en la calle: 5 soles
Almuerzo cerca del terminal de ITTSA Bus: 5 soles
Hamburguesa cerca del terminal donde compramos pasaje hasta Tacna: 5 soles (la segunda mejor del viaje, pero la de Colombia se mantuvo imbatible).
Ya habían pasado diez días desde que me fui de Yare, y nueve desde que salí de Caracas, lo vivido en Perú, la sorpresa de encontrarme a este gran y viejo amigo por mera coincidencia y todo lo que me ha sucedido me hace pensar en lo afortunado que soy, no cambiaría nada del viaje.