Escribir relatos cortos o de extensión larga resulta difícil en esta era electrónica. Pese a que emplees bien los signos de puntuación, no tengas errores ortográficos, de concordancia o gramaticales, es posible que tus escritos no enganchen a nadie o pasen desapercibidos.

Pero no te preocupes, en esta publicación te daré unas recomendaciones que te ayudarán; iré de lo básico a lo más complejo sobre los criterios que uso para escribir un texto. Vamos a ello…

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Acentos, comas, redundancia, signos

Considero que existimos personas que disfrutamos una coma bien puesta, un guion largo bien empleado, que no haya palabras repetidas y que existan muchos vocablos poco usados, cuyos significados simplifiquen la lectura o que eleven la belleza de un párrafo.

Es vital que aprendas sobre los diferentes recursos literarios, las normas de ortografía, porque si en las primeras líneas uno observa irregularidades, comienza el desencanto.

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Frases cortas, párrafos medianos

Los mejores escritores emplean, por lo general, frases cortas para narrar sus historias. Estas, aseguran que la idea que escribimos sea sencilla y que el pensamiento se sitúe en seguida en lo que se narra. Ahora bien, no es tan sencillo lograrlo, porque lo simple debe ser preciso y no siempre se tiene claro cómo trasmitir algunos pensamientos.

El uso de frases largas no está mal visto, cada quien desarrolla su propio estilo. En lo particular, recomendaría un máximo de una línea y media o 25 palabras antes de un punto y seguido, y hasta 5 líneas como extensión máxima para un párrafo, esto es igual a 60 palabras, aproximadamente.

Cuando leemos algo, lo que sea, el cerebro se imagina lo descrito de dos formas: la primera es con la información que conoce sobre el tema planteado y en función a eso completa la escena con lo que se nos narra. La segunda forma se basa en lo que explícitamente nos cuenta el autor y la mente adapta lo que desconoce haciendo una comparación con algo similar.

Las frases cortas aseguran la máxima concentración del lector en lo que se nos dice, claro que hay que tomar en cuenta la intencionalidad del autor. No obstante, la recomendación es usar frases cortas y aprender a hacerlas, luego de ello incrementaremos poco a poco la longitud de las oraciones.

Ejemplo:

_{- Él, finalmente, se sumergió en aquella inocencia, se adueñó de su alma y se fue.}

_{- Después de insistir e insistir, él logró apoderarse de la inocencia de aquella mujer, a la que amó tantas veces, hasta hacerse su dueño. Ganó su alma debido a su entrega, aunque luego se marchó y la abandonó, huyendo a otro destino.}

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Sonido e interpretación

Independientemente del género que escribamos, deseamos que el público imagine lo que nosotros les contamos y que ello sea entendible por todos. No obstante, cada quien pueda hacer contrastes interesantes entre la subjetividad y la interpretación de lo que lee.

Los escritos poseen sonidos que se adaptan al género elegido por nosotros y en esa sonoridad siempre nos llamarán la atención aquellas frases distintas y que encierran un significado particular o universal; lo mismo ocurrirá con los relatos.

Existe la empatía porque nos sucedió algo similar a lo que se nos narra o nos identificamos con el tema o el desapego porque no conocemos nada sobre el escrito, por lo que ambas vertientes deben ser tomadas en cuenta.

Podemos escribir un texto que suene exquisito, que sea super técnico, que tenga palabras poco empleadas y que esté bien escrito, pero que abusar de ello hará que quizás escribamos algo que no se entenderá nada por el abuso del léxico y de muchas palabras que suenan bien pero pierden el sentido.

Igualmente, podemos escribir sin ninguna metáfora, sin nada de adornos literarios, super sencillo, sin ninguna frase que llame la atención y se entenderá; pero el texto quedará rápidamente en el olvido de las personas o pasará desapercibido porque no tiene alma.

Lo ideal sería hacer una mezcla que, sin exceso de lo anteriormente descrito, combine metáforas, onomatopeyas, diálogos, comparaciones, descripciones simples y complejas, tanto de lugares, situaciones, como de personas. Debemos hacer que todo fluya de forma digerible y entretenida.

Ejemplos:

_{- Superflua reyerta la que otrora causara la dimisión de mi solloza, aquel roció corría por el indómito boscaje de tus gélidos parajes. Fue ahí que, albino y tácito, fenecí con la remembranza de su rostro.}

_{- Innecesaria guerra, la que antiguamente causara la renuncia de mi llanto; aquellas lágrimas corrían el inexplorado bosque de tu alma fría. Fue ahí que, pálido e implícito, morí con el recuero de tu rostro.}

_{- Estúpida guerra, la que ayer me hizo llorar, cada gota va por las ramas tiernas de tu alma. Fue en ese momento que me acordé de ti.}

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Atmósfera del Relato

Para mí, el éxito de cualquier texto está en saber manejar la atmósfera y el clima del relato. He leído textos con errores ortográficos, pero que poseen un ritmo tan bueno que de inmediato llaman mi atención, porque es aquí, donde realmente se necesita talento y está el alma de los escritos.

Todo lo anterior es super importante y se aprende de forma mecánica, por así decirlo, pero generar una buena atmósfera es algo que no todo el mundo logra.

La atmósfera se refiere a la forma de describir una escena, un lugar, a un personaje y como narramos de manera coherente lo que ocurre, para que esa sucesión de datos nos genere miedo, nostalgia, aprensión, amor y hasta excitación.

También tiene que ver con los giros de la historia. No debemos colocar los giros solo al final del relato y si así lo hiciéramos debemos dar ligeras pistas de que lo que va a acontecer. Los giros pueden ocurrir al principio o en medio de la trama, hay que jugar con el momento en el que ocurran.

Te daré unos tips que quizás te puedan ayudar

• Asegúrate de hacer buenas descripciones de los personajes, de los lugares y las épocas, esto generará la empatía inmediata del lector.

• Usa un orden cronológico de lo que sucede o da indicios de lo que ocurre entre los lapsos que no detallas. Pregúntate si es importante decir en el relato si es de noche, si es de día o por la tarde. Pregúntate lo que es y no es obvio para el lector.

• ¿Qué describes? Si describes un sentimiento puede usar metáforas y comparaciones. Si describes lugares, haz una investigación científica de los elementos que conforman el área que vas a construir, adáptate a ellas y agrégales detalles personales para hacer algo único.

• En el caso que describas escenarios que imaginas o de ficción, busca uno similar para la recreación de sus detalles. Como se trata de algo que solo imaginas tú, será necesario dar constantemente medidas, colores, olores y datos que ayuden al lector a recrear eso en su mente. También puedes usar muchas comparaciones de esas novedades con elementos conocidos por el público y eso hará que la mente asocie esos elementos a los que ya conoce.

• Cuando describas a personajes, asegúrate de crear un perfil psicológico y apégate a él, esto le dará carácter y personalidad definida.

• Si describes acciones, detalla aquellas que le dan sentido a la historia y olvídate de las que no le aportan nada a lo que narras. No es lo mismo que describas cómo alguien se pone el pantalón y vayas diciendo cómo se pone cada lado de la pieza, se sube el cierre y se abotona, a que cuentes cómo se le tensan los músculos a alguien que escala una montaña y los movimientos que llevaron a que se salvara y se aferrara a las rocas.

Bueno amigos, espero que esta información les sea de utilidad. Escribir bien es un arte y por ser arte tiene una parte subjetiva, sin embargo, hay parámetros que han hecho que existan grandes novelas, poemas y escritos.

Nos vemos en una próxima ocasión