La suavidad de la ahuyama / zapallo

Al entablar una conversación relacionada con la alimentación con jóvenes de 18 a 25 años, se torna complicado llegar a hacer acuerdos; tenemos el compromiso con las futuras generaciones de preservar la especie humana, nuestros abuelos y nosotros mismos ahora que estoy escribiendo estas líneas, estamos en la responsabilidad de trasmitirles con el ejemplo, lo que consideramos saludable y benéfico para una equilibrada salud; los vegetales es nuestro presente tema, bienvenidos…

…En la imagen observamos la flor de la ahuyama o zapallo o calabaza; se encuentra en la familia de las legumbres u hortalizas; los botánicos la han clasificado en el género cucurbitácea; el cual ha sido altamente valorado por nuestros abuelos, debido al alto valor nutricional, rica en fibra que ayuda al transporte intestinal y a la vez posee buena concentración de antioxidantes, posee bajo índice de sodio e hidratos de carbono.

En la granja de nuestros hermanos hemos pasado unos días y disfrutando de primera mano de una deliciosa crema de ahuyama / zapallo. Ellos mismos las cultivan; pues dicen que es sencillo sus cuidados; hay que estar pendientes de que este tomando agua a diario, ya que en su contenido hay más del 80% de agua. Es una planta rastrera, de ahí que llega a pesar y a crecer bastante. Los hemos acompañado a hacer una crema y jugo / zumo.

En la familia tenemos una sobrina, de niña no gustaba de las legumbres y menos de las cremas y sopas de sal. Las rechazaba continuamente y por amenazas de castigo las tomaba a regañadientes; por supuesto no aprendió a prepararlas. Sin embargo, siempre quería tener sus hijos; y, a los 20 años ya estaba esperando su primera hija; se casaron con el chico y cuando la niña cumplía como 9 meses un día llamo a la abuela.

Luego de pedir perdón por sus insolencias de niña y joven, pidió que le enseñara a preparar cremas y papillas de vegetales, debido a que la pediatra le recomendó iniciar a prepararle alimentos frescos con legumbres, a la niña. Nuestra abuela y nuestra mamá, siempre acostumbraron a preparar la sopita / crema de ahuyama, con carne magra de res / vacuno, a veces con pechuga de pollo, para los niños que inician a comer de sal.

Le agregan finas hierbas y papas / patatas, luego cuando han ablandado, licuan o en la batidora se trituran todos los ingredientes, quedando todo finito, bajo en sal; la ahuyama es algo dulce, lo cual les encanta a los niños. También tienen la creencia que la mamá lactante debe de tomar esta sopita unas tres veces por semana, pues aseguran que estimula la producción de la leche materna. Nuestra joven tiene dos niñas y les cocina naturalmente.

Incluir en nuestra alimentación vegetales como la ahuyama, es muy benéfico para nuestro organismo; los nutricionistas hablan que ayuda a prevenir la anemia, pues los mucílagos que contiene, ayuda a facilitar la digestión y protegen la mucosa estomacal; muy recomendada para personas con líos de acidez, debido a la suavidad, muy oportuna para los primeros alimentos sólidos de nuestros bebes. -Pronto compartiremos más beneficios-