La corrupción, el narcotráfico y la violencia apoyan la dictadura de Nicolás Maduro

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El pueblo venezolano no puede soportarlo más porque estamos al borde, creo que no podemos caer más profundamente, necesitamos ayuda con urgencia.

La permanencia en el poder del dictador Nicolás Maduro es un imperativo estratégico para la continuidad de los gobiernos de Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, vitales para sostener y expandir la penetración en la región del renovado bloque contra los Estados Unidos y la mejor garantía de la impunidad por el crimen Venezuela es la presa más importante atrapada por la necesidad de supervivencia del castrismo parásito que está dispuesto a hacer todo lo posible para no perderla. La derrota de la dictadura frente al pueblo venezolano es tan notoria que ha llegado al punto en que, por su propio interés, solo el crimen, la corrupción, el narcotráfico y la violencia apoyan a Maduro.

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Un gobierno tiene diferentes características o cualidades que sirven para distinguirlo, y las de Nicolás Maduro son indudablemente una "dictadura criminal". Dictadura porque ejerce el poder en contra de cualquier ley nacional, internacional y natural, violando los derechos humanos y las libertades fundamentales, sin Estado de derecho, sin división o independencia de los poderes públicos; tiene prisioneros políticos, exiliados políticos, no hay libertad de prensa y ahora trata de suplantar la soberanía popular con un "constituyente fascista" en el que el pueblo no vota. Delictivo porque en el objeto y ejercicio del poder comete, induce y oculta los crímenes más graves, con premeditación y como parte de sus acciones de gobierno que no sobreviven sin la comisión de actos delictivos.

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Los crímenes de Nicolás Maduro y su gobierno van desde crímenes de lesa humanidad implantados y ejecutados por la metodología castrista que oprime a Cuba desde 1959 y prácticamente cubren todas las penas criminales conocidas como asesinatos, tortura, privación indebida de libertad, creación y operación de consorcios criminales, traición al país, sumisión al poder extranjero, malversación y vaciamiento de riquezas y tesorería nacionales, corrupción en contratos y servicios públicos como el caso Odebrecht hasta ahora oculto, confiscaciones, robos, fraude. Pero existen crímenes con los que el régimen se sustenta a través de acciones continuas y estos son principalmente los de corrupción, tráfico de drogas y violencia del crimen organizado.

La corrupción del régimen castrochavista de Maduro va desde los sobornos activos y pasivos en y por entidades estatales que han permitido acumular grandes fortunas hoy marcadas internacionalmente, la demolición de la principal compañía nacional Petróleos de Venezuela, PDVSA, y el uso de sus recursos para sobornos tan grandes y notorios como los del llamado "Petrocaribe", hasta la existencia de cárteles de la droga que han otorgado por varios años la denominación de "narcoestado" a Venezuela que se ha convertido en el eje del tráfico de cocaína con el políticamente la provisión garantizada de las FARC de Colombia y los sindicatos cocaleros de Evo Morales del estado plurinacional de Bolivia también designado como "narcoestado".

Es impensable que las organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico pierdan el control de Venezuela, que han convertido en territorio delictivo y desde donde expanden las operaciones de lavado de dinero en y con los otros regímenes del sistema. Es imposible que Maduro pierda poder sin afectar dramáticamente a las organizaciones terroristas y de tráfico de armas que han convertido al narcotráfico en uno de sus principales medios de apoyo y logística. No hay forma de que el sistema transnacional de crímenes vinculados y las consecuencias del narcotráfico se puedan sostener sin daños irreparables si cae el gobierno de Maduro.

Se demuestra que el régimen de Nicolás Maduro es controlado y defendido por el gobierno cubano con acciones de intervención operativa que involucran a todos los regímenes miembros del socialismo del siglo XXI que incluye a las FARC ahora enfocadas en la toma del poder político en Colombia. Edmundo Primitivo Sánchez Zurita, soldado boliviano acreditado por Evo Morales en su embajada en Venezuela, ha sido descubierto y denunciado con documentos que han inundado las redes sociales, acusado de participar activamente en la represión contra el pueblo venezolano, la documentación que ha sido aceptada como El funcionario y las explicaciones solo han servido para confirmar la vergonzosa intervención de las Fuerzas Armadas e instituciones venezolanas para reprimir a su pueblo.

La lucha que se libra en Venezuela hoy, así como el enfrentamiento entre la libertad y la democracia contra la dictadura, está lejos de ser una disputa ideológica entre el capitalismo y el socialismo o la política entre la derecha y la izquierda. Es una batalla dura contra el crimen organizado, el dueño de la corrupción del narcotráfico y la violencia, de la cual muchos de los "jefes" que aparecen como políticos son parte de una mafia que ha logrado el control. de países que ahora son su base para todo tipo de actividades delictivas de alto beneficio, incluido el terrorismo.

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muy comunidad, cada familia, cada persona sin excepción está amenazada y / o afectada por la corrupción, el tráfico y el consumo de cocaína y drogas, por la violencia y los delitos relacionados con el tráfico de drogas. La situación del pueblo venezolano afecta a todos y su triunfo beneficiará a todos. Debemos entender que la lucha del pueblo venezolano por salir de la dictadura de Nicolás Maduro es la lucha por los pueblos de América y del mundo, donde los más pobres son quienes aumentan su consumo de drogas y violencia, tal vez sin saber o no querer reconocer que este mal proviene del "Castro-Chavismo" estructurado como una mafia y hoy desfilado en Venezuela, defendido por quienes prometieron liberar a los pueblos y en su lugar someterlos, oprimirlos y degradarlos.