La echo de menos, desde el instante preciso en que cruzo la puerta..
la echo de menos, desde la ultima palabra que me susurro..
la echo de menos, desde el ultimo abrazo que me dio..
Y es que no hay otro abrazo que yo quiera estrujando mi cuerpo, no hay otro cuerpo que quiera estrujar con mi abrazo, sus delicadas manos eran vida al acariciarme, su cabello despeinado y alborotado como el oleaje en medio de la tormenta, y es que la llaman "Mar", y me preguntaba si seria referente a su grandeza, pero tonto yo equivocado, ignoraba que se referían a que jamas la conocerían del todo.
Pero yo, el único mortal que logró conocer su identidad, el único mortal que sabe del todo acerca de ella, el único que sabe a que temperatura le gusta el café y con cuantos gramos de azúcar lo disfruta, el único que conoce la secreta ubicación de sus puntos débiles y puntos de placer, el único que sabe las perfectas imperfecciones que habitan en lo ancho de su piel de pies a cabeza, el único que sabe el color correcto y exacto de sus ojos y de sus cabellos, el único que admira lo hermoso de todas sus equivocaciones, sus errores, sus fallas; Yo soy el mismo que ahora padece de su ausencia, quedando exiliado en El Valhalla, extrañando día a día sus chistes, los datos interesantes que compartía conmigo sin ningún motivo aparente, el desorden que dejaba en la habitación, el calor corporal que me invadía al dormir juntos, tomarnos de la mano, practicar el sexo mas intenso, hacer el amor a mitad de una mala película, sus historias diarias de ida y vuelta al trabajo, enseñarle las cosas que no sé acerca del derecho para que apruebe sus estudios, los besos que liberaban todas las endorfinas en mi cuerpo... Los besos, los besos de "buenos días", los besos de "buenas noches", los besos de "te veo luego", los besos de "me voy al trabajo", los besos de "buena idea", los besos de "Te felicito", los besos de "te extrañe demasiado", los besos de "mi día fue fatal, pero gracias por estar conmigo", los besos de "Estoy despeinada y sin maquillaje, pero se que aun así me amas", los besos de "te quiero besar", los besos de "el desayuno te quedo rico"... Y es que yo no soy un experto culinario, pero el desayuno me quedaba rico porque lo preparaba especialmente para ella, desayuno, almuerzo y cena, o algo tan simple como un vaso con agua, tenia que ser perfecto, porque ella se merece lo mejor... Ha de ser esa la razón por la cual la comida sabe tan insípida últimamente, por el sabor a su ausencia y menta.
PD: Intento no darle importancia al hecho de que no me ame.