El concepto de juventud es extremadamente flexible y ambiguo. Se puede aplicar a etapas de la vida muy distintas, ya sea la niñez, la adolescencia o incluso a la edad adulta si el hombre o la mujer se siente joven psicológicamente.
Por otro lado, la idea de juventud ha ido cambiando a lo largo de la historia (actualmente se habla de jóvenes de 30 años y en tiempos pasados alguien de esa edad era considerado una persona adulta).