En esta ocacion les traigo una breve reseña de uno de mis libros favoritos, escrito por Carolyn Larsen.
¿A quién estás sirviendo?
“Por mi parte, muy poco me importa que me juzguen ustedes o cualquier tribunal humano; es mas, siquiera me juzgo a mi mismo. Porque aunque la conciencia no me remuerde, no por eso quedo absuelto; el que me juzga es el senor.
Para quien vives tu vida? Recibir la aprobación de quienes te rodean es lo que determina las elecciones que haces y el camino a seguir? No deberia ser asi. A medidas que haces prioridades en tu vida, una de las cosas más importantes que debes comprender es que la única persona que tiene el derecho a juzgarte es Dios. Agradar a Dios debería ser lo más importante en tu vida. Eso realmente te libera, porque de todas maneras, no podrías satisfacer a todas las personas que te rodean, en todo momento, pero si sirves a Dios, los que te rodean tambien deberian estar satisfechos contigo.”
Este texto a marcado un antes y despues en mi vida, porque en muchos casos buscamos satisfacer a los demás, a tal punto que nos olvidamos de nosotros mismos y de lo que realmente importa y nos hace feliz.
Siempre habrán personas que intentan hacernos sentir mal y juzgan sin siquiera conocernos, una prueba de esto son las redes sociales, ya sea Twitter, FaceBook, Instagram, etc.. En dichas redes hay centenares de “jueces” que creen tener el derecho de condenarte y hacerte la vida imposible. (aqui lo dejo para no desviarme del tema principal)
Durante toda nuestra vida, hemos estado atentos a los juicios de los demás acerca de nosotros mismos. Nos fijamos en las valoraciones de los demás, y eso influye innegablemente en la formación de una buena autoestima o no.
Lo cierto es que no hay nada de malo en ti. Acéptate. Quiérete. Valórate. La vida es solo una..