Le tenemos miedo al futuro - parte 1

Nuestro futuro no existe aún no podemos ir a él verlo o adquirir evidencia material de un futuro remoto.
La principal razón para creer que tendremos un futuro es paradójicamente nuestro pasado, una de las más grandes muestras de nuestro creciente miedo al futuro es justamente nuestro PASADO concretamente lo mucho que se comienza romantizar lo y adornar con todo tipo de virtudes, lo cierto es que no siempre fue así hubo un tiempo en que adoradores y comunes vivieron obsesionados con los prodigios de un maravilloso futuro el pasado en ese entonces parecía gris, absurdo y superando.

La fascinación que levantaron a autores como Julio Verne hicieron soñar a muchos con la conquista de horizontes desconocidos en nuestro mundo y más allá de él a su vez por ese entonces parecía que a través de la CIENCIA podríamos lograrlo todo incluso había entusiasmo por verificar científicamente la existencia de fantasmas duendes y fuerzas sobrenaturales el FUTURO ERA UN SUEÑO… ¿Qué fue lo que cambió?
El futuro se reveló?.. En cierto la ciencia no sólo podía conquistar fronteras sino también humanos y el progreso no sólo podía hacernos más plenos además podía hacernos insignificantes dejamos de sentirnos en control del mañana todo tiene sus consecuencias así es la historia siempre podemos generar especulaciones o intentos de predicciones pero hasta hoy las equivocaciones e imposibilidades al predecir nuestro futuro son más que elevadas, predecir el futuro social conllevaría encontrar un método de análisis súper avanzado poseer prácticamente toda la información posible una muy monstruosa cantidad de potencia de cálculo y hasta la utilización de un marco teórico que considera economía, identidad, cultura, matemática, sistemas y hasta psicología Ashimov consideraba que entre más grande fue su una población más posible era predecir sus acciones esto por simple y mera estadística y por la comparación del estudio del comportamiento de gases con el estudio de las masas Claro que él se refería poblaciones superiores a los cien mil millones ante este tiempo la idea de eliminar la incertidumbre para con el futuro ha sido una mera fantasía pero regresamos y lo anterior la inspiración del futuro se hizo cada vez más oscura ya no eran carros voladores sino MEGA CORPORACIONES que lo controlaban todo ya no era progreso ilimitado sino el miedo a la escasez.

Nació el cyberpunk la distopía moderna el horror cósmico y la ciencia ficción se desarrolló hacia todo tipo de preguntas el miedo al futuro se hizo presente ya como un estandarte de nuestra era la adoración a tiempos pasados resurgió y desde películas a discursos políticos se ha hablado de volver te reintentar de recuperar hagamos América grande otra vez “make América Great Again” decía el eslogan de cierto mandatario la identidad de esta comenzó a plasmarse en un solipsismo en un sobre pensamiento de las cosas cada oportunidad se 100 acompañada de un nuevo riesgo el miedo al futuro se volvió tan grande que comenzó a permear en la vida de una generación, la generación millennials : término vago y poco útil se ha caracterizado por su escasa planeación a largo plazo ante la incertidumbre que presenta un futuro inestable cual nitroglicerina que nunca se queda quieto que convulsiona pariendo enemigos invisibles, todo la comida, el sexo hasta, la marca de ropa que uno usa todo se llena de conflictos de peleas de grupos de interés que caminos puede tomar alguien ante esta situación la ANSIEDAD enfrentarse a una incertidumbre titánica.

La indiferencia de normalizar y acostumbrarse la impotencia de no poder enfrentarse a todo a la vez o una determinación de abarcar sólo lo posible en sus capacidades intelectuales y emocionales sea cual sea el camino que uno tome, el tiempo no se detiene no es sencillo pero lo cierto es que la situación no es binaria ni la adoración al pasado ni al futuro puede ser no realmente útil, para hacer el presente como bien se puede constatar con datos no todo tiempo pasado fue mejor no vivíamos tanto nos habíamos tanto y nuestra salud era claramente peor el futuro en cambio no augura progreso por sí mismo