Saludos. Hoy me complazco con esta prosa y además les regalo una noche sin dormir.

Fuente

Noche…

Trasnocho.

No puedo dormir. Te re-escribo.

Te he soñado durante siglos, aún cuando el universo no existía, durante la fugaz propagación del polvo de las estrellas que se expandió en el vacío del tiempo. Sabía que durante cada instante te iba completando y sabía que no podía equivocarme, ni detenerme. Si las horas del sueño me tomaban por sorpresa, continuaba el trabajo incesante de tu creación, tejiendo entre los minutos de la oscuridad, de los párpados caídos, del corazón en suspenso.

Te dibujé el alma con cada detalle, que es el único espejo donde te veo, no hay otro. No puedo serte más allá.

La dimensión tangible no existe para mi porque tú eres luz pura.

Así te encontré, antes de haberte realizado. En cada palabra que escribo y también entre las líneas vacías, cuando de tanto pensarte, me quedo sin nada.

Y así fuiste.

Y así eres.

En algún lugar de este mundo, aunque la luz de mis ojos no te alcancen; te sé presencia pura y cierta.

Eres certeza cuántica en este universo infinito de posibilidades cósmicas.

No dudo: sé.

No dudo: confío.

No dudo: te encuentro.

Vivo.