¡Hola, hola, mis estimados amigos steemianos!

Agradezco la oportunidad que nos brindan @franyeligonzalez y #WorldofXpilar al proponer estos concursos con palabras que además de ser inspiradoras, nos proponer valores que siempre deben estar presente en nuestra vida

Anímate a participar, aquí las bases...

Los girasoles ofrecen su belleza, sin pedir nada a cambio; con inédita gentileza y humildad, hacen más hermoso este mundo.

Girasoles, Pixabay

Raíz.

La humildad está relacionada con tu raíz, a parte de tener relación con la etimología de la palabra, porque es el valor personal que te inspira a plegarte sobre ti mismo, desde allí observar la vida y relacionarte con los demás.

A ser humilde se aprende. Es un ejercicio de vida.

Se consolida como un proceso constructivo, al estar expuestos a ejemplos y lecciones de vida; a las oportunidades para considerar a los demás como una continuidad de nosotros mismos, como la base que sostiene las relaciones interpersonales.

La infancia temprana, el nicho.

El aprendizaje vicario tiene su base en la observación, en la infancia temprana los modelos de adultos significativos para el niño son críticos. Es en el seno de la familia donde se adquieren bases importantes que se generalizaran durante los años subsiguientes en la vida del niño. Es entre la dinámica familiar y la rutina diaria que germinan los valores y los aprendizajes más significativos, es la humildad uno de ellos.

Aceptar(nos) y reconocer(nos). Bajar el volumen al ego. Contenlo, como el halo de una vela.

Halo de vela, Pixabay

-La humildad pasa por aceptarnos y reconocernos en la imperfección humana que nos hace mas humanos. Pero no solo eso, es aprender a reconocerlo igualmente en los demás.

-Aceptar nuestra limitaciones y pedir ayuda cuando lo necesitamos dignifica nuestra condición humana.

-Aprender a pedir ayuda. Por muy capaces que seamos; no siempre podemos con todo. Así como aceptar cuando no tenemos la razón, cuando nos equivocamos.

-Saber que las demás personas tienen su propio valor y que cuando trabajamos en equipo hay que compartir los créditos.

-Aprender, ser permeables al aprendizaje y aceptar que no lo sabemos todo; tener presente que es más lo que ignoramos.

-Ser agradecido, por sobre todas las cosas. Agradecer por todas las cosas sencillas que nos ofrece la vida.

-Escuchar. Prestar atención a lo que nos comunican las demás personas.

-Pedir disculpas. Ceder. Expresar nuestros sentimientos sin temor a ser juzgados; igualmente no hacer juicios ante lo que las otras personas nos expresar, ni cómo lo hacen.

La historia nos muestra excelentes ejemplos de personas de gran humildad.

Mahatma Gandhi.

Pixabay

Su movimiento por la no violencia, sus obras sociales y amor al prójimo, lo hacen un ejemplo.

José Gregorio Hernández.

Wikimedia Commons

Llamado el Siervo de Dios, fue un hombre con un gran sentido de lealtad por el prójimo. Su posición de médico, que para la época era una profesión de renombre, no fue impedimento para acercarse y dar comida a las necesitados y desprotegidos.

Dalai Lama.

Pixabay

Eminente maestro y un ser humano muy compasivo. A pesar de los cargos de poder político que ocupó, fue un luchador social incansable, por los derechos humanos, además de destacarse como una figura espiritual de gran trascendencia.

Estos son solo algunos ejemplos de vida de personas que se hicieron conocer por su gran humildad.

Ser humildes no significa que seamos serviles, ni que renunciemos a nuestros principios y valores; por el contrario, es reafirmarnos como seres humanos, con fortalezas y debilidades, es estar conscientes que necesitamos de los demás, tanto como de nosotros mismos.

La humildad hace grande a los hombres.

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