Sin embargo, algunos de ellos encajan muy bien con el planteamiento de hoy. Es el caso, sobre todo, de dos, los cuales se pueden “reciclar” por tanto perfectamente en este post. De todas formas, aquí solamente los voy a tratar muy por encima, junto con alguna pequeña actualización, ya que el detalle lo encontrarás en el post citado al cual te remito para ello.
En primer lugar, quiero hablarte una vez más del blog de Enrique Dans al que solemos citar con frecuencia por aquí. Es un ejemplo paradigmático para el caso que tenemos entre manos, ilustra muy bien cómo un profesional ha logrado a través de su blog una reputación enorme que le ha abierto un sinfín de posibilidades, incluso bastantes más de las que por las limitaciones de tiempo y espacio puede abarcar.
De hecho, su reputación es de tal calibre que le ha convertido un columnista habitual en diferentes periódicos de gran tirada, ha logrado ser entrevistado regularmente en televisión, ser un cotizado conferenciante, autor de libros (atención a la lista de reseñas de este enlace), etc.