No sé por qué tengo que confundir las cosas. Amor es amor y sexo es sexo. Yo no puedo pasar mucho tiempo sin perderme en mis fantasías. Sin importar que todo empiece bajo un mutuo acuerdo de "solo amigos", al tiempo mi mente empieza a buscar cosas donde no las hay.
Es curioso, porque yo sé donde estoy pero profundamente me teletransporto a mi Edén. Es increíble lo que el subconsciente puede hacer. Sacar nuestros más profundos deseos de la sombra sin siquiera dejarnos verlos a plenitud. Por suerte me conozco, sé que tarde o temprano buscaré amor.
Quiero crecer para mí. No pensar en algo que no me beneficia, pero seguimos en lo mismo, el eterno círculo. Mi necesidad sexual sale a flote y me cuesta controlarla. Quiero dejarlo. Ya. Ahora mismo. Aparece y me quita la ropa y no puedo pararlo. Porque quiero eso. Pero no hay ni pizca de amor. Placer vacío, divino pero vacío.
Pero, ¿Qué quiero?
Quiero amor y que acaricien los muslos. Besos en mi frente y pinchazos en los pezones. Quiero hablar de todo y de nada, sin ataduras y confianza y que me cojan, me aten las manos y sigamos en confianza. Quiero honestidad y amor del bueno y que me hagan del buen amor todos los días.
Merezco ser amada y deseada, todos los días de mi vida. Es tan fácil expresar lo que quiero porque siempre estuve tan segura, y lo sigo estando. Quiero mantenerme con la mente centrada en que aun existen hombres que quieren lo mismo. Pronto llegará alguien así a mi vida.