CUANDO LAS COSAS SON PROPENSAS DEL AMOR Y VAN MÁS ALLÁ DE LA AMISTAD.
PASAJES HACIA LA ETERNIDAD
Sin duda alguno poseo una singular relación nostálgica a traves de muchos años de mi vida y de lo que significa rodearse de gente muy mayor.
Es cierto, que uno desde niño y siendo muy joven ha encontrado, la versatilidad de ver como en grandes cantantes y poetas a la vez; el genio dormido y las gestos proféticos de quien es el habitante del lenguaje y del símbolo mismos,
Así ya han pasado varios años sin Leonard Cohen: y él como jugalr actual de la vida, al perder la fuerza vital con la muerte de su musa inspiradora, fueron los derroteros a los que le siguió y que creyó que inexorablemente acompañarían.
Es por ello, que han habiado grandes almas y seguidos actos de apartarse de la tierra de los vivos, emrrumbaron luego prontamente en la barca de Caronte, para asiduamente estar como el cantautor canadiense, quien perdiera la vida solo algunos meses después de que lo hiciera su gran amor y musa de toda la vida, Marianne Ihlen, algo que predijo en una carta de despedida que le envió.
Cierto hay que es propiamente fácil seguir la temática de ser profetas de sus propios destinos y vaticinar la hora y el día de sus partidas al Hades.
Puedo vre que algo de la falta de vida: le sobrevivino a Arguedas, o que el propio César Vallejos, vaticinó en sus peomas la fecha de su muerte y hasta la estación misma de su proceder.
Tragedias frecuentes de quien es trágico en muchísimos aspectos de su vida, así que para ambos habían vivido una intensa historia de amor que duró 8 años y que comenzó en los años 60. Tras su ruptura nunca perdieron el contacto y el público la conocía porque, además de que Cohen hablaba de ella en numerosas ocasiones, ya fuese durante sus conciertos o en entrevistas, también la convirtió en su musa, haciéndola protagonista de algunas de sus más exitosas canciones como 'Bird on the wire', 'So long Marianne' o 'Hey, that’s no way to say goodbye'.
Cuando Marianne supo que se moría, pidió a su amigo Jan Christian Mollestad que avisara a Cohen. Nada más enterarse, el poeta canadiense le envió una emotiva carta de despedida que Marianne escuchó atenta en su lecho de muerte. En las palabras escogidas por Cohen para esta despedida, se puede ver cómo de alguna forma, intuyó que su propia muerte no tardaría en llegar después de la de Marianne: “Bien, Marianne, hemos llegado a este momento en el que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos; pienso que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, creo que podrás coger la mía. Ya sabes que siempre te he amado por tu belleza y tu sabiduría. No necesito decir nada más porque lo sabes. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Te mando todo mi amor y te veré al final del camino.” Así pues la relación del sacedorte que profetiza y del poeta que guarda lo sacro de las cosas profanas de la diario y que no guardan relación mínima con la religiosidad de la vida retirada a la que el amor parece no moverse por ser de vitae communis pero con una idealización beneplácida...
Pero así también se han dado otras historias de almas libres y gemelas como las de Jean Paul Sartre y Simon de Beavieure. Que rayan con lo literato-fantástico.
Así pues hay para gustos y colores.
Ahora a cerrar la parte de los comentarios para guardas las imágenes más inspiradoras.
#amoryrelaciones
#leonardcohen
#jeanpaulsartre
#almaslibres
#cesarvallejo