LA BRECHA DIGITAL DURA:
el analfabetismo que margina a los desconectados
Monse Alejandra
@Monse_Oq
La revolución tecnológica ha llegado. La modernidad ha arrastrado consigo la transformación de las sociedades tradicionales a una Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC), donde esos dos factores son ahora monedas de cambio: la información da conocimiento y eso se traduce en poder dentro de cualquier ámbito de la vida social. En palabras de la investigadora Delia Crovi Druetta, este cambio ha generado que "la producción de riqueza y la generación de valor se relacionan con el acceso a la información".
Gracias a las tic la información llega más rápido a los millones de receptores que se comunican por medio de ellas. Ahora, los habitantes de México pueden saber lo que está pasando en Francia con el Estado Islámico en tiempo real; dar su punto de vista en Twitter y Facebook, ver los vídeos del genocidio, conocer la postura del Presidente y del resto del mundo. Además pueden saber lo que pasa en su propio país: revisar a detalle las leyes, lo que sucede en el senado, leer el Diario Oficial de la Federación en línea y solicitar un acta de nacimiento o pasaporte. Transferencias bancarias, compras, descargas de música e imágenes. Todo con un solo click.
Elizabeth Quezada es pedagoga. Quiere aprender a usar las tic en su profesión porque sabe que el internet también puede educar. Quisiera consultar información de miles de fuentes, más variada que la de los periódicos y poder también ser escuchada en las redes sociales; hacer trámites, comprar cosas con su tarjeta de crédito. Pero tiene una frustración: el internet es un mundo diferente, complejo y hasta ahora distante para ella. A veces opta por cerrar la computadora ante el tumulto de datos, links y publicidad que aparecen en su pantalla. Pero no se rinde: la aventura de la web está a su espera.
Todos los días el universo genera millones de bits –el elemento más pequeño en el ADN de la información que, según el teórico Nicolás Negroponte, puede equipararse al mundo material con los átomos– para informar, entretener, atacar, defender, comunicar. Estos bits se transmiten por medio de canales digitales (llámense digitales porque los bits se representan como ceros y unos, es decir, dígitos); donde un emisor envía datos a un receptor y éste tiene una reacción ante el mensaje recibido. Este es el proceso comunicativo, complejizado cada vez más por la creciente ola de avances tecnológicos que engendraron una nueva sociedad digital.
Esa pluralidad de voces, dice el antropólogo Néstor García Canclini, "está mucho más en la pantalla de la computadora que en la de la televisión. Por otro lado, Internet ha horizontalizado la comunicación y ha generado redes sociales muy ricas, que dan mayores posibilidades de expresión y participación".
La brecha digital es la línea divisoria entre el grupo de la población que ya tiene la posibilidad de beneficiarse de las tic y el grupo que aún es incapaz de hacerlo. En otras palabras, es una línea que separa a las personas que ya se comunican y coordinan actividades mediante redes digitales respecto de quienes aún no han alcanzado ese estado avanzado de desarrollo."
Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)
Según la Campaña Nacional de Inclusión Digital Vasconcelos 2.0 que se implementó por primera vez en 2010, durante la anterior gestión presidencial, la brecha digital está dividida en tres ejes:
falta de conectividad (acceso a la banda ancha), de apropiación tecnológica (brecha digital dura) de acceso al conocimiento (los contenidos en línea no son útiles a las necesidades de los usuarios).
Último censo del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI),
"Disponibilidad y Uso de Tecnologías
de Información y Comunicación
en los Hogares (MODUTIH 2014)
México ocupa el lugar 31 entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en índices de penetración de las tic según Mony de Swaan Addati, último Comisionado Presidente de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
De Swaan indica que para la erradicación de la brecha digital es necesario poner atención en los tres factores que forman parte de ella: "Poco caso tiene que logremos una cobertura al cien por ciento de banda ancha, si la gente no tiene una computadora; si no sabe usarla o incluso si puede tener y saber usarla pero no encuentra nada en internet. Y en las tres estamos mal: en conectividad, acceso y contenidos".
El fenómeno de la brecha digital pone en inequidad a quienes no están conectados del resto del mundo. Personas que, por alguna o todas de las tres razones posibles (acceso, uso o calidad de uso) no gozan de los beneficios de las tic y por eso padecen un nuevo tipo de pobreza: “La brecha digital es una forma de marginación social, porque en todas las actividades sociales ya están involucradas las tic. Desde contactarse con un familiar que está lejos hasta pedir ayuda en línea, enviar un catálogo de los productos que una persona vende. En fin, muchas cosas que ahora necesitan concebirse con estas herramientas. A nivel laboral, quien no las tiene, ya está en desventaja”, según la Dra. en Ciencias Políticas y Sociales Alma Rosa Alva de la Selva.
Brecha digital dura:
las dificultades del analfabetismo digital
En el entorno de la sociedad digital, la alfabetización básica ya no es suficiente. Las personas que se catalogan dentro de la brecha digital dura o de uso, aunque pudieran comprar paquetes de internet y el dispositivo necesario (computadoras, smartphones o tablets) no han sido capaces de utilizarlo debido a la diferencia generacional. Son la mayoría de las personas mayores a 55 años quienes aún no logran conectarse, según la Agenda Digital del Sistema Nacional e-México.
La brecha digital dura afecta a la mayoría de quienes no crecieron en la era del internet y la explosión de las tic. No es casualidad que la mayor parte de los usuarios de las nuevas herramientas sean adolescentes y jóvenes: una población que desde su nacimiento pudo aprehenderlas y adaptarse de forma natural. Por ese motivo son personas que, por razones generacionales, ya tienen una ventaja sobre el resto de la población analfabeta digital.
A Javier Guerrero le gustaría navegar en la web para tener herramientas que le ayuden con un nuevo negocio que tiene en mente. Recuerda cómo, cuando era más joven, las operaciones eran más lentas por el tiempo de traslado; las nacientes tic eran computadoras grandes parecidas a refrigeradores que trabajaban muy lento. El internet era prodigio de sólo unos cuantos. Ahora se siente obsoleto, quiere aprender a usar las tic para mejorar su vida y está dispuesto a hacerlo.
La importancia de incluir a este sector poblacional a la Sociedad de la Información y el Conocimiento, es que una vez conectados podrán disfrutar plenamente de los nuevos contextos comunicativos mediante el aprovechamiento de la banda ancha y los dispositivos correctos. Desde la búsqueda de información hasta el entretenimiento; operar un negocio en línea, comprar o vender algún producto y hacer trámites. Incluso tener acceso a contenidos más allá de la televisión o cualquier medio tradicional.
Para 2013, la mayoría de los usuarios de internet eran personas de 12 a 17 años, mientras que sólo el 4.3 por ciento de los usuarios tenían 55 años o más.
Hoy en día aproximadamente el 80 por ciento de ese sector poblacional no cuenta con computadora en sus hogares y casi el total de los mayores de 63 años.
Infomex (2015) INEGI (2013)
La SIC está también caracterizada por el Gobierno Electrónico, un recurso mediante el que se aplican las tic al funcionamiento del sector público para incrementar la trasparencia, eficiencia y participación ciudadana dentro de un país. El acceso a la información pública puede agilizarse, hacerse más económico y oportuno si se busca desde internet en lugar de trasladarse físicamente hasta una oficina pública.
Está comprobado que las tic y la banda ancha son un avance en materia de transparencia y rendición de cuentas: "cuando un ciudadano evita el contacto directo con el burócrata, además de reducir gastos en tiempo o traslado, disminuye en gran medida el riesgo de corrupción de las mordidas, que sigue sucediendo en muchas instancias públicas del país", indica De Swaan Addati.
La Estrategia Digital Nacional, proyecto de la actual administración mexicana, aún no ha lanzado resultados concretos, índices o reportes que revelen alguna transformación. El programa está enfocado, como ha comentado la Dra. De la Selva, a un México homogéneo con ciudadanos iguales; en condiciones de vida iguales y de edades iguales, por lo que "es necesario que haya estrategias segmentadas, pues cada sector es diferente a otro. Chiapas tiene índices muy bajos, mientras que Monterrey es lo contrario. Benito Juárez tiene una accesibilidad comparable a la de Italia, mientras que en delegaciones como Tláhuac y Milpa Alta la penetración es bastante baja".
Cada grupo del país necesitaría una estrategia diferente para erradicar el tipo de brecha digital que padece. Sin embargo, sería necesario iniciar por arrancar el problema de raíz: obedecer a la constitución y garantizar el mandato de cobertura universal, para después tener a quién alfabetizar y ofrecer más contenidos. Poco serviría educar a los usuarios digitalmente si el país no está conectado al 100 por ciento, propone De Swaan Addati.
Elena Castanedo quiere subir a la nube sus recetas de cocina, compartirlas y buscar otras nuevas e incrementar su delicioso menú culinario. Sabe que reduciría tiempo y costos publicando su anuncio en una página web, en lugar de ir de puerta en puerta ofreciendo sus productos. Sabe que la comunicación cara a cara es siempre más cálida, pero también quisiera utilizar las redes sociales para acercarse a sus nietos un poco más. Le da miedo acercarse, abrir la página equivocada o dar un click incorrecto. Pero quiere hacerlo.
Story by:
Link Original del post
https://social.shorthand.com/Monse_Oq/u2A4HGaYBYY/la-brecha-digital-dura
Monse Alejandra
@Monse_Oq