Existe el Dios personal, el concepto e imagen que cada quien, dentro de la civilización en que vive, tiene y según su necesidad.
Hay el Dios lo máximo de control social mediante una religión que te hace creer en infiernos, milagros, siete niveles, pueblo elegido matar, en su nombre, ser superior.
Hay el anti Dios que es el hombre racional y científico, quien también crea su propio Dios, aunque sea el súper hombre de Niestzche. En síntesis Dios, Dioses, Ángeles demonios viven en cada uno de nosotros como una información heredada, residente en los genes o átomos o células desde que solo atinábamos a ver el firmamento y los fenómenos naturales como algo inexplicable, hasta hoy.
En suma es un concepto y un instrumento creado y usado por el humano. Ese Dios que cada uno lo utiliza como masa de pan para darle forma a su manera.
Reclamar a Dios por algo que ha hecho el hombre por su libertad al actuar, es irracional.
Las creencias vienen del miedo, de la desesperación, a diario vemos en las redes: cadenas a los Santos, cadenas de oración, según Maduro tiene unos santeros importados.
En una cola para comprar harina una señora dijo: ¿Dios mío hasta cuándo?