Tras una reciente disposición, el Gobierno Francés estableció una serie de requisitos para aquellos franceses y residentes del país galo que no quieran vacunarse. El país galo actualmente posee un 49% de personas que no quieren vacunarse, y ante el avance de las variantes Delta y Delta Plus, se decidió arribar a medidas más drásticas para garantizar la llegada a la nueva normalidad.
En ese sentido, el Presidente Emmanuel Macron anunció que para ir a bares, restaurantes y realizar otras actividades recreativas, será necesario tener el carnet de vacunación. En el caso de aquellas personas que no quieran vacunarse, deberán presentar un certificado de hisopado negativo, el cual dejará de ser gratis, costando unos 49 euros en el caso del PCR, y 29 en el caso del antígeno. Adicionalmente, la vacunación será obligatoria para las personas que trabajen en la salud, y el personal que no lo haga no podrá seguir trabajando ni acceder a su sueldo.
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