En Argentina vivimos una película de suspenso y terror en la que los ciudadanos somos los protagonistas.
Con la llegada de la pandemia, los gobiernos de todos los colores quedaron en evidencia. Pagamos impuestos exorbitantes que parecen llegar a ningún lado. Cada vez que necesitamos servicios los servicios básicos, sean de salud o de educación como ejemplo, nos damos cuenta de que no hay nada. ¿A dónde va la plata que pagamos todos los días? Alguien debe responder por el desastre que vivimos todos los días.