La clase política sabe de privilegios, y no discrimina en ese sentido. El cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos tuvo su paralelo en la oposición con un cumpleaños de Lilita Carrió en medio de la cuarentena más dura, a principios del 2020.
El evento, que contó con un gran surtido de invitados, demuestra que ningún actor de la clase política tiene la autoridad para ponerse en un lugar de moralidad más alto que otros.