La Justicia continúa con las tareas de identificación de las personas que participaron de la "fiesta" en el bar de Nueva Córdoba. Aún así, se ve que debe haber algo que está deteniendo el curso de la investigación, dado que hasta ahora no hubo novedades, siendo que si el bar hubiese cumplido con los protocolos (como alegaron sus dueños), entonces debería estar la lista con las declaraciones juradas de todos y cada uno de los asistentes.
Un Poder Judicial serio pediría dicha lista y aplicaría las sanciones correspondientes en caso de que no exista. Pero como estamos en la Argentina, donde la Justicia sólo funciona para la clase acomodada, entonces lo más probable es que este caso se quedará en el olvido. ¿Por qué tenemos a una Justicia y fiscales tan clasistas? Mientras que se celebran eventos clandestinos en Nueva Córdoba y los barrios cerrados sin mucha repercusión, las fiestas clandestinas en otros barrios de menos poder adquisitivo son clausuradas a la brevedad. Ambas cosas están mal, pero se ve que para los órganos judiciales el "hacer justicia" se reduce al tamaño de la billetera de quien comete el crimen.